(ANSA) - KIEV, 10 MAG - La tercera brigada de las fuerzas
armadas de Kiev anunció hoy haber recuperado poco más de dos
kilómetros de su territorio en Bajmut, tras una "ofensiva" en la
que se registró una batalla encarnizada durante el asalto a las
posiciones rusas, donde mataron a decenas de soldados de Moscú,
incluidos mercenarios de Wagner, y tomaron a cinco prisioneros.
Kiev no está dispuesta a ceder porque "nuestra misión es
salvar nuestro país, nuestra independencia, nuestro pueblo.
Retomaremos todo", advirtió el presidente ucraniano, Volodimir
Zelensky.
Refiriéndose al éxito ucraniano en el frente de la ciudad de
Donetsk, el fundador del batallón Azov, Andriy Biletsky, explicó
que los ucranianos "derrotaron a dos compañías de la brigada 72
de la Federación Rusa".
Un anuncio que confirma lo que ya había informado el día
anterior el propio enemigo, el fundador de la Wagner, Yevgeny
Prigozhin, quien en una de sus tantas actualizaciones había
denunciado cómo la brigada rusa había abandonado sus posiciones
en Bajmut, "dejando un flanco al descubierto".
El líder mercenario volvió así a dar la voz de alarma sobre
el riesgo de que sus combatientes "se vean rodeados" en Bajmut,
aunque los ucranianos ocupen sólo "alrededor del 5%" del
asentamiento, según él.
Porque pese a las promesas, se mantiene el problema de las
municiones de discordia con el Ministerio de Defensa, que
"fueron suministradas en cantidades mínimas" a pesar de los
anuncios de nuevas entregas tras la amenaza de los Wagner de
abandonar el campo de batalla.
El choque interno en el seno de las fuerzas rusas continúa,
mientras Kiev recibe la buena jornada en el frente y prepara la
contraofensiva sobre la que el Gobierno ucraniano insiste en
frenar las expectativas: "No piensen en esta contraofensiva como
la última, porque no sabemos qué cosa va a pasar allí. Si
logramos liberar nuestros territorios, al final dirán que fue el
último, pero si no, tenemos que prepararnos para la próxima
contraofensiva", explicó el ministro de Relaciones Exteriores,
Dmytro Kuleba, en una entrevista con Bild.
Mientras esperaba una clara señal del inicio de las
operaciones de liberación, continúan los informes rusos de
ataques en su territorio: el gobernador de Voronezh dijo que dos
drones intentaron atacar una instalación militar en la región,
sin éxito. Y un "dron enemigo" habría sido derribado incluso en
la región fronteriza de Kursk.
"Goliat está tambaleando. Y esto se debe a que David
demostró una inmensa resistencia y brillantez táctica, con el
apoyo de 50 naciones de todo el mundo", es la lectura del
presidente del Comité Militar de la OTAN, el almirante Rob
Bauer.
Pero mientras se realizan análisis militares, se lanzan
bombas sobre civiles en Ucrania, donde la gente también se muere
por contar historias: tras el asesinato del periodista de la
agencia de noticias AFP Arman Soldin -el duodécimo reportero
muerto en el conflicto, según la ONU- es unánime las
condolencias del mundo occidental.
El Kremlin expresó "pesar" por su muerte y agregó que las
circunstancias de lo sucedido deben aclararse. París se
encargará de hacerlo, abriendo una investigación sobre posibles
crímenes de guerra.
Con el enfrentamiento rugiendo sobre el terreno, las
tensiones diplomáticas se mantienen altísimas y los bloques se
radicalizan en todos los frentes.
Así, el presidente ruso, Vladimir Putin, inició los trámites
parlamentarios para salir oficialmente del Tratado sobre las
Fuerzas Convencionales en Europa, del que Moscú ya había
suspendido su participación en 2015.
El mandatario abolió entonces el régimen de visados ;;para
los ciudadanos georgianos que pretendieran viajar a Rusia, en
una maniobra estigmatizado por el gobierno pro-occidental de
Tbilisi como "otra provocación rusa".
Por otra parte, siguen agravándose los enfrentamientos entre
Moscú y Varsovia: el embajador ruso en Polonia fue citado a la
Cancillería para recibir una nota de protesta por la
interceptación la semana pasada sobre el Mar Negro de un avión
polaco en misión para Frontex por parte de un avión militar
ruso.
Y en una nueva ruptura con el mundo soviético, Varsovia optó
por renombrar el enclave de Kaliningrado con la antigua
denominación de Krolewiec. Un enésimo "acto hostil", reaccionó
el Kremlin. (ANSA).
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