(ANSA) - ESTRASBURGO, 10 MAG - El ex canciller italiano Luigi
Di Maio ve cada vez más cerca la confirmación de su designación
como nuevo enviado de la Unión Europea para el Golfo Pérsico.
En la reunión de los representantes permanentes de los 27
miembros de la UE, el llamado Coreper II- el segundo visto bueno
lo dio el Alto Representante de Política Exterior de la UE,
Josep Borrell.
Falta ahora una ratificación formal que se ponga por escrito
en el primer Consejo de la UE disponible. Y es muy probable que
esto suceda ya el próximo lunes, en la reunión de los ministros
de Educación, Juventud, Deporte y Cultura.
En el encuentro de hoy ni siquiera se discutió el punto del
nombramiento de Di Maio, como ya había sucedido el 27 de abril
en el Comité Político y de Seguridad de la UE. De hecho, era un
punto de procedimiento, que se da por aprobado si ninguno de los
presentes levantó la mano para objetar.
La línea del gobierno italiano, en los foros
internacionales, sigue siendo la misma: Di Maio fue indicado por
Borrell, fue una elección que pertenece exclusivamente al alto
representante. Una elección que ha despertado un profundo
descontento en la mayoría gubernamental en la que, sin embargo,
ahora hay conciencia de que el partido ha terminado.
La delegación de eurodiputados de la Liga Norte, sin
embargo, ya solicitó y consiguió que un representante del
Consejo de la UE se presente para explicar los motivos de la
indicación de Di Maio. Ese será el momento para expresar lo que
se espera serán objeciones vibrantes.
Con la casi segura ratificación del Consejo de la UE
-tampoco aquí se esperan discusiones- Di Maio asumirá el nuevo
cargo el 1 de junio y hasta el 28 de febrero de 2025. Tendrá una
tarea difícil: enfrentar la necesidad de obtener nuevas
provisiones energéticas y las cuestiones financieras, en una
región donde la UE quiere estar mucho más presente, pero donde,
al mismo tiempo, pesa mucho el tema de la protección de los
derechos humanos. (ANSA).
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