(ANSA) - BRUSELAS, 08 MAG - La undécima ronda de sanciones a
Rusia también puede describirse como el paquete que no está,
debido a que las nuevas y frescas medidas restrictivas, ni
siquiera se les puede ver la sombra.
Esto no significa, sin embargo, que la Comisión Europea,
-indudablemente sin duda apuntalada por los habituales conocidos
del este- esté sentada de brazos cruzados.
De hecho, entregó a los representantes permanentes de los 27
estados miembros un plan para limitar la elusión de las
sanciones ya adoptadas hasta el momento, que también incluye la
propuesta de agregar a la lista negra a un puñado de empresas
chinas culpables de suministrar a Moscú tecnología "de doble
uso" ya prohibida.
Pekín respondió rápidamente. "Si los rumores resultaran ser
ciertos, tales acciones socavarían gravemente la confianza mutua
y la cooperación UE-China", tronó el portavoz del Ministerio de
Relaciones Exteriores.
"Bruselas no debería cometer un error, de lo contrario China
se verá obligada a proteger enérgicamente sus derechos e
intereses legítimos".
Según el diario Financial Times, ocho empresas están en la
mira y algunas de ellas ya fueron sancionadas por Estados
Unidos.
"Este paquete se centrará en la implementación de sanciones,
su efectividad y cómo evitar su elusión", dijo el portavoz de la
Comisión, Eric Mamer, sin agregar más detalles.
La propuesta será debatida por los embajadores de la UE el
próximo miércoles, pero, aseguran diversas fuentes, los sondeos
de los técnicos "ya comenzaron".
El plan -además de las empresas chinas, incluidas 3HC y
King-Pai- también examina a otros países que vieron aumentar
significativamente sus exportaciones a Rusia desde que se
introdujeron las diversas sanciones; los funcionarios europeos
se lamentan de que estados como Turquía, los Emiratos Arabes
Unidos y los expaíses soviéticos del Cáucaso y Asia Central han
visto un gran aumento en las importaciones de bienes prohibidos.
La estratagema podría ser entonces crear un mecanismo para
limitar la exportación de determinados bienes a terceros países
(o empresas) sospechosas de actuar como intermediarios con
Rusia, simplificando mucho los trámites existentes.
El paquete debe ser aprobado por unanimidad y siempre existe
el riesgo de que algún país se interponga en el último momento.
"Estamos llegando al límite de lo que se puede hacer con las
normas actuales", explicó una fuente diplomática. Y es por eso
que no hay rastro de más medidas: ni sobre diamantes (Bélgica
tiene reservas y pide que se discuta a nivel del G7) ni, por
ejemplo, sobre energía nuclear (Hungría lo vetaría y estaba
claro); incluso la revisión del techo del precio del crudo ruso
vía marítima es algo natural, dado que el tema ahora también
está aquí en el G7 y Estados Unidos no quiere tomar medidas
enérgicas por temor a las repercusiones en el mercado global.
Así quedan sobre la mesa acciones correctivas: se habla, por
ejemplo, de suprimir las excepciones concedidas al oleoducto de
Druzhba o de impedir el tránsito de determinadas mercancías por
Rusia.
La operación -que se acercaría al concepto de sanciones
secundarias siempre rechazado por Bruselas- podría generar
efectos indeseables. Cómo alienar a los países acusados ;;de
eludir las sanciones.
"Debemos encontrar un equilibrio para evitar empujar a estos
países hacia China o Rusia", señala un funcionario. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA