(ANSA) - KIEV, 06 MAG - La contraofensiva ucraniana quiere
moverse en profundidad, sin alguna intención de renunciar al
principio de los "confines de 1991". Crimea incluida. Así, las
explosiones volvieron a resonar en la península donde Oleg
Kryuchkov,
consejero del gobernador prorruso de la región, refirió que "la
defensa aérea fue activada en el norte" sin registrar víctimas o
daños.
En la noche, el jefe ruso de la península, Serguei Aksyonov,
confirmó que dos misiles balísticos ucranianos Grom-2 fueron
abatidos mientras se dirigían a la región ocupada desde 2014,
que Kiev quiere que vuelva a sus fronteras junto con todos los
territorios invadidos al este y al sur.
Los prorrusos dijeron que se trata del segundo caso
oficialmente confirmado de misiles Grom abatidos en Crimea, con
el primero señalado en abril. Un episodio que parece casi una
respuesta a la confirmación llegada de la aeronáutica ucraniana
-luego de un ballet de anuncios y desmentidas- de que un misil
hipersónico balístico Kinzhai fue derribado en los cielos de la
capital Kiev, en la noche del 4 de mayo.
La vivida en Crimea es la enésima jornada de una estela de
tensión que la tuvo en la mira de una serie de ataques a
infraestructuras críticas, algunos con resultados como la
destrucción de un depósito de petróleo en Sebastopol, la semana
pasada. Kiev quiere a Crimea, no obstante "algunos políticos
occidentales -no países- están poniendo en guardia a Ucrania" de
hacerlo, dijo Tamila Tasheva, representante permanente del
presidente Volodimir Zelensky para el península. Su temor es que
la jugada "podría llevar a una guerra nuclear", agregó,
excluyendo, por su parte, esta posibilidad.
En tanto, la guerra vuelve de nuevo a conmocionar al
territorio ruso, donde se consumó un grave atentado contra el
escritor nacionalista Zakhar Prilepin.
Y las bombas volvieron a caer en la región fronteriza de
Belgorod, según el gobernador Vyacheslav Gladkov: "La ciudad de
Shebekino fue atacada" y "una persona resultó herida",
puntualizó.
Contemporáneamente, en el frente este los problemas debidos
al "rebelde"
Prigozhin que insiste en decir que el 10 de mayo retirará a sus
mercenarios Wagner de las posiciones en Bakhmut. En su lugar
llegarán los soldados del líder checheno Ramzan Kadyrov:
"Contacto con sus representantes para comenzar inmediatamente el
traslado de las posiciones", dijo el "cocinero de Putin", que
pidió oficialmente el cambio con las tropas chechenas en una
carta dirigida al ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, con
el que está en una guerra abierta.
"En Bakhmut quedan poco más de dos kilómetros cuadrados.
Sera tomada, sin duda, por las fuerzas de 'Akhmat Kadyrov',
subrayó Prigozhin. Conquistar el asentamiento sería una
importante victoria para los rusos luego de una batalla que dura
desde hace meses y que no prevé exclusiones de golpes como
testimonian los videos difundidos por las fuerzas ucranianas que
denuncian las terribles bombas de fósforo rusas lanzadas contra
los edificios de la ciudad.
Mientras el choque interno a las fuerzas rusas continua en
el este, es al sur que se observa el inicio de la
contraofensiva. Según los expertos del laboratorio de ideas
estadounidense ISW, el ministerio ruso de Defensa modificó la
propia prioridad en el campo de batalla, trasladando la atención
operativa de la captura de Bakhmut a la preparación para
afrontar las inminentes operaciones ucranianas para liberar los
territorios ocupados.
Una elección que puso en dificultades a los mercenarios
Wagner, y que hizo evidente en los anuncio de las autoridades
prorrusas de evacuación en los asentamientos ocupados cercanos
al frente de Zaporiyia.
En Jérson, en tanto, ya pasó un día de toque de queda total
decidido por las autoridades ucranianas hasta el 8 de mayo. En
el oblast las bombas continúan
cayendo y provocan víctimas: seis artificieros fueron asesinados
en una agresión rusa mientras desminaban el territorio. (ANSA).
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