(ANSA) - BERLIN, 26 APR - Estaba destinado a Vladimir Putin,
en persona, un dron cargado con 17 kilogramos de explosivos
enviado por los servicios secretos ucranianos y que llegó hasta
las puertas de Moscú, pero se precipitó 20 kilómetros antes de
alcanzar el objetivo.
La tesis. que circula en los medios ucranianos y retomada
por el alemán Bild, tiene como fuente un periodista, Yury
Romanenko, que afirma tener estrecho contactos con los 007
ucranianos.
El intento de asesinar a Putin dataría del domingo pasado.
El mismo día en el que en un bosque a 35 kilómetros al este de
la capital rusa, cerca de la ciudad de Noginsk, fueron hallados
los restos de un drone roto en dos.
Las autoridades de Moscú dijeron que a bordo se encontraron
18 kilogramos de explosivos. Una carga por lo demás similar a la
que habla Romanenko.
Y el hallazgo ocurrió no lejos del parque industrial de
Rudnevo, una zona económica especial donde, afirmó incluso el
periodista, el líder ruso debía visitar justamente ese día.
Objetivo de la aeronave sin piloto, un UJ-22 de fabricación
ucraniana que habría volado por centenares de kilómetros en
territorio ruso eludiendo las defensas aéreas, era el propio
zar.
Las autoridades rusas no efectuaron comentarios acerca de la
proveniencia del drone encontrado el domingo, y se limitaron a
decir que una investigación está en curso.
Ninguna declaración oficial tuvo lugar siquiera del gobierno
de Kiev que, después de todo nunca reivindicó la paternidad de
los numerosos drones precipitados o abatidos en los últimos
meses en territorio ruso, mientras Estados Unidos es
notoriamente contrario a este tipo de ataques, al temer una
peligrosa escalada del conflicto.
Moscú, en tanto, hoy respondió al congelamiento de sus
capitales en Occidente y se reservó el derecho del Estado a
revocar la gestión de compañías extranjeras que operan en Rusia.
Las primeras en ser afectadas por la medida, sobre la base
de un decreto firmado por Putin, fueron la alemana Uniper y la
finlandesa Fortum, que manejan diversas centrales para la
producción de energía eléctrica. Pero la lista podría
"ampliarse", advirtió el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov.
Se agrava la guerra diplomática entre Moscú y los países
occidentales. Rusia hizo saber que expulsó diez diplomáticos
noruegos en respuesta a una análoga iniciativa tomada por Oslo
contra 15 funcionarios de la embajada de Moscú.
Y esto después de que días atrás, Berlín anunció la
reducción de 34 unidades del personal diplomático ruso, con una
igual reacción por parte de Rusia.
Pero el episodio más inquietante ocurrió en Nicosia, donde
se incendió el Centro de Ciencia y Cultura ruso (el Instituto de
Cultura de Moscú). Según la vocera de la Cancillería rusa, Maria
Zakharova, las llamas fueron provocadas por el lanzamiento de
botellas molotov contra el edificio en lo que definió como "un
ataque terrorista".
En el terreno se asiste a una tímida señal del deshielo, con
un nuevo intercambio de prisioneros -44 de cada lado- entre
Rusia y Ucrania. Mientras todos continúan esperando el comienzo
de la contraofensiva de Kiev que, según Yevgeny Prigozhin, jefe
de la compañía militar privada Wagner, dará comienzo después del
2 de mayo, cuando está previsto el fin de una oleada de mal
tiempo.
Una nueva conversación telefónica en la cual dos presuntos
oligarcas rusos critican fuertemente a la dirigencia del país y
la intervención en Ucrania fue difundida por Current Time, la
televisión de Radio Liberty.
Los dos interlocutores, que lo desmintieron, fueron
identificados como Nikolai Matushevsky y Roman Trotsenko.
"La Rusia que amamos tan sinceramente cayó en las garras de
algunos
imbéciles", se siente decir una voz, mientras la otra da señales
de aprobación. Y luego agrega: "Todo esto no puede terminar
bien, terminará en un infierno con la gente que se matará en las
calles de Moscú". (ANSA).
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