(ANSA) - ROMA 20 ABR - El transporte ferroviario pone una vez
más de rodillas a Italia, esta vez por el descarrilamiento de un
solo vagón de carga en Firenze Castello, provocando la
paralización de casi toda la red de trenes, con cancelaciones y
retrasos que dejaron varados a muchos viajeros hacia el norte y
el sur.
El accidente habría derribado postes y torretas con los
cables que suministran electricidad a las locomotoras.
El siniestro produjo además que el tren interurbano de Sesto
Fiorentino permaneciera detenido durante toda la noche con 147
pasajeros a bordo.
Se desconocen por el momento las causas del accidente.
Lo sucedido la noche del miércoles, sin embargo, es solo el
último caso de una larga serie.
Entre los hechos más recientes se encuentra el accidente de
tren Frecciarossa 9311 Turín-Nápoles, que se vio involucrado en
un accidente cerca del túnel Serenissima, cerca de Roma, el 3 de
junio del año pasado. En ese caso, muchos de los más de 200
pasajeros a bordo lograron salir de los vagones para ponerse al
resguardo.
La fiscalía de Roma abrió un expediente contra personas
desconocidas y las investigaciones de los técnicos determinaron
que la causa del accidente fue un balanceo anómalo de la
locomotora trasera que se estrelló contra la boca del túnel.
Incluso en ese caso el accidente tuvo efectos negativos en
gran parte de la red ferroviaria italiana, todo ello agravado
también por la gran cantidad de viajeros que regresaban del
feriado del 2 de junio.
Italia se dividió en dos también el 4 de diciembre de 2021,
cuando en Florencia
un problema en la puesta a punto de un sistema computarizado (el
llamado Accm, que, irónicamente, había sido activado en
precedencia para garantizar una circulación óptima de trenes)
hizo "estallar" el tráfico ferroviario de norte a sur y
viceversa.
Con retrasos de hasta 220 minutos y el estaciones de Milán,
Roma y Nápoles con multitudes de pasajeros en espera para
partir, cómplice también el puente de la Inmaculada.
Otro bloqueo de tráfico, esta vez con un balance dramático
de 2 muertos y 31 heridos, incluidos los conductores del convoy,
debido al descarrilamiento del tren Frecciarossa 95959 cerca de
Ospedaletto Lodigiano.
En ese caso, la causa del accidente fue un problema con un
interruptor, que había sido sustituido en las horas
inmediatamente anteriores al accidente por un "desvío", es
decir, una pieza del propio interruptor.
"Pudo haber sido una tragedia", comentó el prefecto de Lodi
Marcello Cardona tras las primeras investigaciones.
Otro episodio que causó gravísimas molestias a la
circulación de trenes fue aquel causado por tres incendios
diferentes en la estación de Rovezzano en Florencia, que dejaron
fuera de servicio una subestación eléctrica y dos "pozos" de
alta tensión.
En ese caso se habló de un atentado de origen anarquista, lo
que activó de inmediato el pedido desde el mundo de la política
de mayor seguridad de los sistemas vinculados al transporte
ferroviario.
En cualquier caso, incluso en esa ocasión la mayoría de los
sistemas de transporte ferroviario quedaron averiados, con
cancelaciones y retrasos en la línea superiores a los 180
minutos.
Incluso el clima juega en contra del transporte ferroviario,
como sucedió en febrero de 2018, cuando la emergencia de nieve
provocó cancelaciones y retrasos en muchas estaciones de tren.
En aquel caso, la helada hizo que se cancelaran 38 trenes de
alta velocidad -principalmente con salida desde Milano Centrale,
Nápoles y Roma Termini- reduciendo a la mitad el tráfico de
trenes regionales en Liguria, Piamonte, Véneto, Emilia Romaña y
Toscana. (ANSA).
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