(ANSA) - MOSCU, 16 MAR - La vida de Rostov-on-Don, una ciudad
rusa no lejos de la frontera con Ucrania, se vio interrumpida
poco después del mediodía por un incendio en una sede de los
servicios de inteligencia, el FSB.
Ahí se pudieron ver las llamas acompañadas de una fuerte
explosión y de una gran columna de humo negro que oscureció el
cielo, mientras una persona murió y otras dos resultaron
heridas, según los servicios de emergencia.
Todavía no hay conclusiones firmes sobre las causas del
incendio.
Según el gobernador, Vasily Golubev, podría haber sido un
cortocircuito.
Pero, inevitablemente, muchos piensan en un posible sabotaje
por parte de agentes ucranianos, teniendo en cuenta que esta
región, como otras fronterizas con Ucrania, ya fue blanco de
ataques de las fuerzas de Kiev en el pasado.
El asesor presidencial ucraniano, Mikhaylo Podolyak, negó
cualquier responsabilidad de su país por lo sucedido, pero dijo
que Ucrania "mira hacia atrás con placer" por episodios como
este.
"Cada edificio del FSB que se quema o explota en Rusia,
particularmente en la región de Rostov -dijo Podolyak en un
mensaje en Twitter-, es una manifestación de pánico, el
debilitamiento del poder y la transición de la Federación Rusa
hacia un gran conflicto interno".
Las imágenes publicadas en los canales de Telegram por
varios usuarios muestran humo saliendo de un edificio bajo,
apretado entre algunos edificios.
El servicio de prensa del FSB aseguró que las llamas se
desataron en el garaje de su cuartel general de las fuerzas
fronterizas, y que la explosión escuchada por testigos se
produjo cuando el fuego se propagó a bidones que contenían
combustible y lubricantes guardados en un taller utilizado para
el mantenimiento de vehículos de servicio.
Los propios servicios de inteligencia no dicen nada sobre
las causas y se limitan a informar que el edificio quedó
parcialmente destruido, mientras que en el balance solo admiten
que hubo "algunas víctimas".
Los edificios más cercanos al lugar donde se inició el
incendio, ubicados en Via Sivers 20, en el centro de la ciudad,
fueron evacuados por precaución.
Según el gobernador, las llamas afectaron un área de unos
800 metros cuadrados, pero no se extendieron a otras
edificaciones.
La tensión crecía en la región de Rostov, detrás del frente
ucraniano donde se concentraban las tropas rusas y desde donde,
según Kiev, se lanzaron algunos de los misiles utilizados en los
frecuentes bombardeos de Ucrania.
El pasado mes de junio dos drones impactaron en una
refinería ubicada en la región.
Pero las autoridades rusas informaron de frecuentes ataques
de artillería y vehículos aéreos no tripulados ucranianos
también en otras zonas fronterizas, especialmente en las
regiones de Kursk, Bryansk y Belgorod, así como en Crimea,
anexada a territorio ruso en 2014.
Las autoridades de Kiev no reivindicaron tales acciones.
(ANSA).
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