(ANSA) - MOSCU, 29 GEN - Rusia mira a su pasado soviético al
reintroducir la educación y el entrenamiento militar en las
escuelas.
"Fundamentos de seguridad de la vida": así se denomina el
nuevo programa de estudios que se implantará y se hará
obligatorio a partir del próximo 1 de septiembre en las escuelas
de la Federación y donde se impartirán técnicas de entrenamiento
con armas, para aprender a manejar no sólo ametralladoras de la
serie AK sino también granadas de mano.
Un auténtico "seminario" de estudios militares para formar
a la que será la nueva generación de rusos, o la nueva escuela
del mañana, en el contexto del conflicto en curso en Ucrania que
ha llevado a una militarización de la sociedad en un clima cada
vez más represivo en términos de los derechos civiles.
Entre pupitres y pizarras, los jóvenes estudiantes también
se familiarizarán con las técnicas de ejercicios militares y el
uso de equipos de protección personal. Ya en diciembre pasado,
el ministerio de Ciencia ruso anunció un programa de
entrenamiento militar para estudiantes universitarios.
Según el Reino Unido -que anunció el curso a través de su
ministerio de Defensa-, la decisión de Moscú de introducir la
formación militar básica en los programas de la escuela
secundaria "subraya el ambiente cada vez más militarizado que
reinaba en Rusia en la época de la guerra, además de ser
(probablemente lo pretendía) evocación de la Unión Soviética:
una formación similar fue obligatoria en las escuelas hasta
1993".
Politico.UE informa que la escuela y la enseñanza se han
convertido ahora en el nuevo frente del conflicto en Ucrania,
donde además de los bombardeos masivos también hay una "guerra
ideológica" en curso, con Moscú presionando por miles de
estudiantes y maestros que viven bajo la ocupación en Ucrania.
cambiar permanentemente al sistema educativo ruso.
Además, más de 3.000 establecimientos educativos en
Ucrania, el 10 por ciento del total, han sido dañados o
destruidos desde el inicio de la invasión rusa, según el
ministerio de Educación local. Los edificios escolares están en
riesgo, ya que carecen de calefacción después de los graves
daños a la infraestructura energética del país, mientras que los
apagones y las conexiones a Internet interrumpidas dificultan el
aprendizaje desde el hogar.
"Cuando los rusos entraron por primera vez en una escuela
donde se enseñaba historia en el sureste de Ucrania -escribe el
sitio citando el testimonio de una profesora ucraniana llamada
Larysa-, ordenaron la entrega de todos los libros de historia y
de habla ucraniana, pero el director se negó a hacerlo".
"La escuela cerró entonces, pero permaneció abierta
virtualmente el 1 de septiembre, con el 80 por ciento de sus 700
alumnos asistiendo en de modo online", completó. (ANSA).
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