Dos ciudades italiana unidas bajo el signo de la redención después de la pandemia de Covid-19, Bérgamo y Brescia, que desde hoy inauguran su 2023 como Capital de la Cultura Italiana, se unieron en la tragedia sanitaria que golpeó juntos, unos con otros. untas en un proyecto de reactivación.
Ese, justamente, fue el significado de la ceremonia de inauguración que se llevó a cabo simultáneamente en los dos importantes teatros de ambas ciudades, el Donizetti de Bérgamo y el Grande de Brescia, para inaugurar este año "de renacimiento y rescate", como lo definió el alcalde de Brescia Emilio Del Bueno.
Después de Procida -el municipio de Nápoles- el balón pasa a las dos ciudades lombardas. Para inaugurar el año de Bérgamo y Brescia, que tiene como tema "la ciudad iluminada", es decir, que ilumina con cultura, llegó el Presidente de la República Sergio Mattarella, presente en el Teatro Grande, que enfatizó cómo las dos ciudades "apenas golpeados por la primera ola de la pandemia han sabido reaccionar, dando vida, y alimentándose con sus valores, ese modelo de solidaridad que ha permitido afrontar la crisis". Y, el 2022 fue el año del "alivio, del reinicio" de las actividades económicas, las expresiones sociales, la vida cotidiana, han retomado ritmos más habituales", añadió el presidente.
La ceremonia de inauguración por los dos teatros se alternó desde momentos institucionales hasta actuaciones, con las exposiciones de músicos y artistas. En la audiencia en Brescia 205 alcaldes con la banda tricolor asistieron al evento. En el Donizetti de Bérgamo, el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, subrayó cómo el relanzamiento "tiene su origen en la cultura que da siempre un antídoto fuerte contra el sufrimiento" y precisamente las iniciativas previstas para este año de la cultura representan una "perspectiva de renacimiento a través de la noble elección de cultura".
Para animar el año de la redención de la Leona de Italia, Brescia, y de la Ciudad de Miles, Bérgamo, finalmente juntas y no divididas y luchando como siempre se ha dicho, serán cien grandes proyectos y muchos otros eventos por venir repartidas por todo esos territorios y que estarán abiertas a todos.
En los tiempos difíciles que estamos viviendo, la cultura puede ser un faro y unir pueblos y comunidades, superando diferencias y muros: es este es uno de los mensajes que vienen de Bérgamo y Brescia. Un concepto fuertemente enfatizado por el Presidente de la República, según el cual, "somos conscientes de que en la construcción de una cultura de paz justa, en su dimensión universal, es un llamado a jugar un papel, en salvar brechas, en reconstruir el respeto y la convivencia, en la unión de los hombres", subrayó Mattarella, saludado al final por una ovación de pie en los dos teatros. "Cultura también es valentía, superar supuestos antagonismos, saltar muros, salir de los diagramas", acotó.
Después de la ceremonia de inauguración, mañana en Bérgamo y Brescia habrá una celebración popular, con desfiles ciudadanos y actos de inauguración en las respectivas plazas principales.
Nace el reto de dos ciudades y dos tierras que no competirán entre sí, sino que estarán juntas, una al lado de la otra.
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