El 2022 terminó con crecimiento de la economía italiana en casi un 4%, por encima de la mayoría cautelosas estimaciones del otoño boreal, y en en el año próximo la expectativa la desaceleración será menos fuerte de lo esperado con un PIB del +0,6%, según la estimación del Bankitalia, el banco nacional.
Sin embargo, la inflación se mantendrá alta y pesará mucho sobre el consumo de los hogares, mientras que los salarios sólo deberían crecer con moderación. El boletín económico del Banco de Italia revisa al alza las estimaciones anteriores (aunque con las habituales fuertes advertencias debido a las incertidumbres del panorama mundial) y reconoce la ralentización de los últimos meses y el impacto de la energía cara y la inflación en los balances de empresas y familias.
Sin los suministros de gas de Rusia, repite la institución de la Via Nazionale, el estancamiento de 2023 se convertirá en una recesión con una caída del 1% del PIB.
El efecto negativo de la dinámica de precios se lo registra también la oficina de investigación de Confcommercio (Cámara de Comercio) que, en uno de sus informe, prevé "una caída del PIB de enero del 0,9%" que "prepara el escenario para un primer trimestre recesivo". Un impacto precisamente por las cuentas caras y la inflación" que colocaron el "crecimiento del consumo cero" a finales del año pasado.
Después del boom de 2002 (+4,6%) cuando las familias regresaron a sus hábitos de gasto previos a la pandemia, el consumo, son las estimaciones del Banco de Italia, debería ralentizarse a +1,5% en el transcurso del año. Un resultado, sin embargo "principalmente como resultado del efecto de arrastre determinada por la fuerte expansión del año anterior".
Los altos costos de la energía se han reflejado fuertemente en el índice de inflación, afectando especialmente en los productos alimenticios que son los más sujetos a la volatilidad.
De hecho, para los meses de otoño de 2022 (septiembre-octubre-noviembre) el boletín registra un repunte de los precios, solo mitigado por las medidas gobierno.
Sin embargo, para Bankitalia hay algunos signos positivos.
"Están surgiendo los primeros signos de una relajación de la presiones inflacionistas en las expectativas de familias y empresas", indica el reporte. Después del 9% en 2022, la inflación se desacelerará en 2023 pero será en todo caso del 6,5 % y luego descenderá en 2023 al 2,3 % con una desaceleración más fuerte en 2025, en 2%.
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