El tribunal de Bruselas, llamado a pronunciarse sobre la prisión preventiva solicitada por los abogados del ex asistente parlamentario, ha decidido aplazar la vista al 26 de enero. El compañero de Kaili por ahora permanece en la prisión de St.
Gilles.
El destino del ex vicepresidenta de la Eurocámara, en cambio, se decidirá el próximo 19 de enero. Y la próxima semana también será delicada para el Parlamento de la UE, que ha iniciado formalmente el proceso para la reforma del reglamento tras el Qatargate.
La voluntad de la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, y de los eurodiputados es hacerlo lo antes posible. La impresión es que, más allá del "buen comienzo" certificado por los líderes del grupo, pronto podrían surgir diferencias.
Metsola ilustró los 14 puntos del proyecto de reforma a la conferencia de presidentes. Es precisamente este formato el que "guiará" el proceso que podrá cambiar las reglas para los eurodiputados, los exdiputados, el personal y el acceso a los edificios. "Integridad. Independencia. Responsabilidad. He presentado una serie de propuestas para reformar, reconstruir la confianza y reafirmar el Parlamento Europeo como una institución moderna", subrayó Metsola.
Difícil que el proceso dure menos de un puñado de meses.
Las propuestas de los grupos habrá que añadirlas al borrador inicial con una dicotomía destinada a hacer hueco: la que hay entre los que quieren reglas estrictas y los que, en cambio, piden prudencia en la limitación de las actividades de los eurodiputados y asistentes. "No impidamos que la gente haga su trabajo", es el mantra que circula entre los más escépticos.
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