"Iré al G7, también participa el Papa Francisco y (el presidente francés) Emmanuel Macron, en definitiva todos", declaró el jefe de Estado en un discurso en Guariba, en el estado de San Pablo, donde participó en la inauguración de la mayor planta de producción de etanol de segunda generación del mundo, que se espera que proporcione 82 millones de litros de combustible limpio al año.
En esta ocasión, Lula tendrá la oportunidad de ilustrar los resultados de producción de la empresa brasileña de etanol Raízen a los jefes de Estado de varios otros países, como Alemania, Francia y Estados Unidos.
"Antes de ir a Italia, dijo, haré un acuerdo con el Ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, que preparará una botella de nuestro etanol de segunda generación que quiero entregar a cada líder, para que comprendan lo que nuestro Brasil, perteneciente al Sur Global, es capaz de hacer en este sector".
La cumbre del G7, que estará presidida por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tendrá lugar a mediados de junio en Borgo Egnazia, en el valle de Itria, en Apulia.
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