(ANSA) - El número de muertos en el naufragio de un barco de inmigrantes y refugiados frente a las costas de Cutro, en el sur de Italia, el pasado 26 de febrero, subió a 76. Hoy la Guardia Costera y el Departamento de Bomberos recuperaron los cuerpos de dos niñas, uno de unos seis años y el otro de siete a diez, y de un varón adulto.
Los tres cadáveres fueron vistos flotando en el mar de Cutro, que este sábado recibe una protesta con unas 5.000 personas defendiendo la acogida de desplazados internacionales. De los 76 muertos en el hundimiento, 31 eran menores de edad y 22 tenían menos de 12 años.
La tragedia de Cutro, un pequeño pueblo de Calabria, es una de las peores de los últimos años en el Mar Mediterráneo, donde se arriesgan decenas de miles de migrantes y refugiados impulsados por la desesperación en barcos superpoblados para llegar a Europa. Solo Italia ya ha recibido 17.600 desplazados internacionales por el Mediterráneo en 2023, casi el 200% más que en el mismo período del año pasado.
Sólo desde el viernes pasado, barcos oficiales italianos han salvado a más de 1.400 personas que estaban en peligro en barcos en el Mediterráneo central, el tramo de mar entre el norte de África y el sur de Italia. El barco de la Guardia Costera Diciotti llegó a Reggio Calabria con 584 personas a bordo, mientras lanchas patrulleras escoltaban a un pesquero con 487 inmigrantes a Crotone, ambos en la región de Calabria.
El buque Sirio, de la Armada Militar, navega rumbo a Augusta, Sicilia, con 379 refugiados internacionales, por un total de 1.450 personas rescatadas. El recrudecimiento de la crisis en el Mediterráneo ya ha hecho que el Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni apruebe decretos para restringir la actividad de buques de ONG humanitarias en la región y establecer sanciones de hasta 30 años de cárcel para los organizadores de viajes clandestinos con resultado de muerte.
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