Los castigos se enmarcan en el "régimen global de sanciones de derechos humanos" (Eughrs) y son nueve personas y tres entidades estatales las sancionadas.
A las personas se les bloquearán las visas, se les impedirá viajar a la Unión Europea, y todos tendrán activos congelados en los países de la UE.
Además, tendrán prohibido negociar servicios con europeos.
Entre los sancionados se encuentran policías y militares rusos que "arrestaron y torturaron" a mujeres que protestaban contra la guerra en Ucrania.
Entretanto, en Afganistán, uno de los sancionados fue el Ministro de Educación, Neda Mohammad Nadeem, quien desde finales del año pasado prohibió a las mujeres asistir a las universidades y restringió prácticamente toda la escolarización de niñas y adolescentes bajo el régimen talibán.
Además, en Irán, más personas fueron castigadas por represión, violencia y abuso de mujeres que se lanzaron a las calles desde septiembre del año pasado para protestar por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, quien murió bajo custodia de la policía por no utilizar correctamente el velo islámico.
En Sudán del Sur, Siria y Myanmar, se castigó a los líderes militares acusados de utilizar la violación como arma de guerra contra las mujeres y también contra las personas LGBTQIA+.
"Con estas sanciones, enviamos una señal clara a los perpetradores de violencia sexual de que no se saldrán con la suya. Estas acciones horribles y degradantes tienen consecuencias. Y también enviamos una señal a las víctimas: como Unión Europea, apoyamos estas personas, donde quiera que estén en el mundo", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, Wopke Hoekstra, en un comunicado.
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