(ANSA) - Con una monumental y absolutamente impactante puesta en escena de "Resurrección", obra maestra del dramaturgo italiano Romeo Castellucci concebida sobre las notas de la 2ª sinfonía de Gustav Mahler, arranca en Buenos Aires la temporada "Divina Italia" del prestigioso Teatro Colón, una programa ambicioso y sin precedentes nacido de la cooperación con la Embajada de Italia y el Instituto Cultural Italiano (Iic).
Una instalación, la de Buenos Aires, que, como la original del debut en el festival de Aix en Provence de 2021, promete no dejar indiferente al público.
La puesta en escena de la obra que pretende hacer reflexionar sobre las atrocidades, así como sobre la capacidad de redención y resurrección de la humanidad, está presidida por el majestuoso escenario de 50 metros por 25 cubierto con 600 toneladas de tierra y barro que representan una fosa común.
La puesta en escena requería un espacio mayor y diferente al del histórico y emblemático teatro de la capital argentina, y la elección de Castellucci recayó en un inmenso galpón de las instalaciones de la Sociedad Rural, en el barrio de Palermo.
Aquí, bajo la atenta mirada del director del Colón, Jorge Telerman, y del director Filippo Ferraresi (que reemplaza a Castellucci ocupado en Berlín en otra puesta en escena), 500 técnicos trabajan desde hace más de dos semanas, y cerca de 200 músicos, cantantes y actores ensayan todos los días.
"Es la primera vez que hacemos una cooperación de esta magnitud con una duración de año y medio y con muchas obras en cartel", dijo Telerman a ANSA, visiblemente satisfecho al término del ensayo general de la obra.
"Con su arte, su historia y sus producciones, Italia tiene la capacidad de iluminar y dar respuestas a los grandes interrogantes que enfrenta la humanidad, para dar sentido a nuestra existencia", dice el director del Colón, quien eligió "Resurrección" también en homenaje al 40 aniversario del retorno de la democracia que se celebra este año en Argentina.
"Cuando empezamos a pensar en este ciclo junto con el Instituto Cultural Italiano y la Embajada, decidimos presentar no solo algunas de las mejores producciones, sino también aquellas que nos permitieran reflexionar y dar respuesta a interrogantes que son trascendentales para nosotros hoy", añadió Telerman, para quien "Resurrección reúne estos dos aspectos: el genio del artista italiano que mira la obra universal, nos da su respuesta y nos ayuda a pensar".
Ferraresi subrayó por su parte que la obra fue concebida por Castellucci con "un carácter universal". "Somos conscientes de las similitudes con circunstancias específicas, pero es un espectáculo sobre la resurrección de la humanidad", dijo.
En este sentido, la sensación que se tiene al final de la representación de Resurrección es la de haber presenciado el equivalente teatral de un "Nunca Más", la invocación de toda una sociedad ante el descubrimiento de los crímenes perpetrados por la dictadura militar. Un grito nacido en Argentina, pero que luego se convirtió en un símbolo universal de la defensa de los derechos humanos.
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