(ANSA) - ATENAS 1 MAR - Al menos 40 personas murieron en el
accidente ferroviario que tuvo lugar en la ciudad griega de
Lárisa, la quinta más poblada del país, uno de los más graves de
los últimos años y que motivó la renuncia del ministro de
Transporte.
Lo informó la televisión pública ERT, precisando que hay
entre 50 y 60 desaparecidos y que al menos 130 personas
resultaron heridas.
Siete víctimas fueron halladas carbonizadas, refirieron los
socorristas, citados por medios griegos.
Actualmente, 53 personas en busca de familiares
desaparecidos fueron trasladadas al hospital general de Lárisa,
donde se encuentran los cuerpos, y 40 de ellos proporcionaron
muestras de ADN.
Después del desastre, el ministro de Infraestructura y
Transporte, Kostas Karamanlis, renunció.
"Llevo algunos años en la política, pero considero un
elemento necesario de nuestra democracia que los ciudadanos de
nuestro país tengan fe en el sistema político. Eso se llama
responsabilidad política. Por eso, renuncio al cargo de ministro
de Infraestructuras y Transportes. Esto es lo que me siento en
el deber de hacer como mínima señal de respeto a la memoria de
las víctimas", dijo el funcionario en un comunicado.
Por la mañana, Karamanlis había acudido al lugar del
accidente y había hablado de "una operación de búsqueda y
rescate muy difícil".
Tras interrumpir su visita oficial a Moldavia, la presidenta
de la República griega, Katerina Sakellaropoulou, acudió al
lugar del accidente donde expresó su cercanía a las familias de
las víctimas y fue actualizada por los bomberos sobre la marcha
de las operaciones de rescate.
La presidenta, que calificó la tragedia de "inconcebible",
dejó unas flores sobre los restos de un vagón en memoria de las
víctimas y luego partió para visitar los dos hospitales de
Lárisa donde están ingresados los heridos y donde, según los
medios, decenas de personas acudieron en masa a donar sangre.
El secretario de Syriza y expremier Alexis Tsipras también
llegó al lugar del incidente.
El jefe de estación de Lárisa fue arrestado como parte de la
investigación.
Según el relato de un periodista griego de la BBC, los
trenes viajaban a gran velocidad porque no sabían que el otro
llegaba y el impacto fue tan grave que "no quedó nada quedó nada
de los dos primeros vagones" después del accidente.
"Presioné el botón como de costumbre, el sistema para
cambiar la línea está automatizado. Entonces cada tren habría
estado en una vía diferente, pero el sistema no funcionó", dijo
el jefe de estación a las autoridades, según ERT.
Tras ser arrestado, se le acusa, entre otras cosas, de
homicidio culposo por negligencia y lesiones corporales por
imprudencia, según informó la agencia de noticias Ana-mpa.
De acuerdo a los medios griegos, es el "peor accidente de
tren que ha conocido el país".
Se movilizaron unos 150 bomberos y 40 ambulancias, según
rescatistas, así como grúas y mecánicos para tratar de despejar
los escombros y levantar los vagones volcados.
"Nunca había visto algo así en mi vida. Es trágico. Cinco
horas después, todavía encontramos cuerpos", dijo un rescatista
que trabajaba en el lugar del accidente.
"Mis pensamientos están con el pueblo griego tras el
terrible accidente de tren que tantas vidas cobró anoche cerca
de Lárisa. Toda Europa está de luto con ustedes. También deseo
una pronta recuperación a todos los heridos", escribió en
Twitter la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der
Leyen, añadiendo en griego "estamos a su lado". (ANSA).
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