Es el dato que surge del informe "Trends in maternal mortality" redactado por varias agencias de la ONU, coordinadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Datos que siguen una diferente geografía y se concentran en Africa Subsahariana, mientras una baja marcada se registró en Europa con Italia entre los países con más baja mortalidad materna en el mundo.
Estamos cerca de 8,6 muertes cada 100.000 nacidos vivos.
"Estas nuevas estadísticas revelan la urgente necesidad de garantizar a cada mujer y muchacha el acceso a servicios sanitarios fundamentales antes, durante y después del parto, y que puedan ejercitar plenamente sus propios derechos reproductivos", precisó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El dosier mostró en 2020 una tasa de 223 decesos cada 100.000 nacidos vivos o, por decir de otra manera, el deceso de una mamá por cada 448 niños nacidos. La gran mayoría de las muertes se concentraron en las áreas más pobres del planeta con el 70% de los decesos totales que se verifican en Africa Subsahariana.
Hemorragias, infecciones, complicaciones ligadas a abortos realizados en condiciones no seguras son las principales causas de muerte materna. La gran parte de estos problemas son prevenibles y curables con el acceso a una asistencia sanitaria de calidad.
En total la mortalidad materna se redujo al 34,3% entre 2000 y 2020, pasando de 446.000 muertes anuales a 287.000.
En los últimos 20 años la baja fue observada en todo el mundo y fue particularmente marcada en Europa del este (-70,5%).
Unicas excepciones, el Caribe, con un aumento de la mortalidad del 3% y, sobre todo, en el norte de América, donde la mortalidad creció el 73,3%.
Si esta es la tendencia general, la OMS hace notar que gran parte de los progresos se verificaron antes del quinquenio 2016-2020, cuando se ingresó en una fase de estancamiento a escala global y en algunas áreas del planeta se asistió a un retroceso.
"Es plausible que la pandemia de Covid-19 haya contribuido al estancamiento de los progresos contemplados entre 2016 y 2020", se lee en el texto. El Covid, en efecto, podría haber sido directamente responsable de la muerte de un número conspicuo de mujeres embarazadas o haber impedido una asistencia óptima a causa de la sobrecarga de los servicios sanitarios.
Italia se confirma como uno de los países más seguros para las neo-mamás. "También gracias a la presencia de un servicio sanitario nacional -que debemos conservar-. Italia se halla entre los países con más baja mortalidad materna en el mundo.
Estamos cerca de los 8,6 decesos cada 100.000 nacidos vivos", dijo a ANSA Serena Donati, responsable científica del sistema de vigilancia obstétrica Itoss del Instituto Superior de Sanidad.
"Esta cifra esconde una amplia variabilidad con una horquilla que va desde menos de 5 casos por cada 100.00 en Toscana y Friuli Venezia Giulia a los 10 casos de Campania y Sicilia", agregó.
La mortalidad materna no sufrió empeoramientos durante la pandemia. En 2021 se registraron 4 decesos por Covid-19 en mujeres embarazadas.
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