(ANSA) - ROMA, 21 FEB - Más de cuatro niños murieron o
resultaron heridos por día desde el comienzo de la invasión rusa
de Ucrania, indica un reporte de la organización Save The
Children que, a un año del inicio de la guerra, da la voz de
alarma sobre los numerosos niños, víctimas inocentes de un
conflicto que los ha puesto en primera línea.
Pero no solo existen los riesgos de incursiones rusas,
combates y colapsos. Para ellos también existe el peligro de las
minas, ya que son muchos, demasiados, los artefactos explosivos
diseminados por los rusos que se ciernen sobre los juegos y el
futuro de al menos 2 millones de niños, estima la organización
internacional, que tituló su informe "Un peaje pesado".
Los números del estudio podrían ser solo una parte, la
oficialmente encuestada, del drama de los niños ucranianos.
El presupuesto de la ONU -recuerda Save The Children- estima
que desde febrero de 2022 ha habido, en total, al menos 18.657
víctimas civiles: 7.110 muertos y 11.547 heridos.
"Todavía quedan millones de artefactos explosivos sin
detonar", explica la organización internacional.
De los cientos de civiles que han estado involucrados en
accidentes con minas y otros artefactos explosivos, alrededor
del 40% murió a causa de sus heridas. El 22% de ellos son
mujeres y niños.
A las muertes y heridos hay que sumar las violaciones de los
derechos humanos. Incluso los más jóvenes son víctimas de
tortura, violencia sexual y otros abusos, en violación del
derecho internacional.
Los bombardeos que destruyeron parte del territorio
ucraniano también desplazaron a millones de personas. Unos 8
millones abandonaron el país, mientras que se quedaron 6,2
millones, y las categorías más afectadas siguen siendo mujeres y
niños: solo el 10% de los desplazados son hombres mayores de 18
años.
Más de 500.000 refugiados viven en estructuras temporales en
condiciones de vida indignas. Desde septiembre de 2022 se han
habilitado más de 7.200 centros para acogerlos.
En total, la ONU estima que más de 3,5 millones de niños en
Ucrania viven por debajo del nivel de necesidades mínimas: los
que corren mayor riesgo son los que no están en áreas
controladas por el gobierno.
En total, al menos 17,7 millones de personas, incluidos 4,1
millones de los más jóvenes, necesitan asistencia humanitaria.
Los fuertes bombardeos rusos también destruyeron su
educación. Según el ministerio de Educación de Kiev, al menos
2.619 escuelas resultaron dañadas y más de 406 completamente
destruidas en el último año, lo que equivale al 20% del total.
Por esta razón, la educación online ha sido la única opción
para millones de niños desde septiembre de 2022, pero en Ucrania
menos del 30% tiene acceso a una PC o tablet. El gobierno estima
una necesidad nacional de 175,734 computadoras y 202,562
dispositivos electrónicos, tanto para docentes como para
estudiantes.
Un año de guerra, un alto precio para los niños. Desde todos
los puntos de vista. (ANSA).
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