"La posibilidad de que un sujeto sumergido en escombros y mamposterías de un derrumbe pueda sobrevivir, a pesar de las condiciones extremas en las que se encuentra, depende de varios factores, siendo los más importantes cuatro", explica el presidente del SIS 118.
La primera condición para la supervivencia, apunta, "es la presencia de espacios de aire, es decir, el hecho de estar atrapado en un espacio que, aunque bajo los escombros, está representado por una cueva que permite la presencia de oxígeno y que, en consecuencia, hace posible que la persona siga respirando. "Una cavidad, por pequeña que sea, puede permitir de hecho la permanencia del oxígeno, que es fundamental para que la persona no se asfixie", indicó.
La segunda condición necesaria para la supervivencia es "mantener la permeabilidad de las vías respiratorias, esto significa que no debe haber restos ni escombros en la nariz y la boca que constituyan un obstáculo mecánico para la respiración".
La tercera condición es que "no debe haber lesiones importantes que afecten al cerebro u otros órganos vitales" y la cuarta es que "no debe haber hemorragias internas, lamentablemente frecuentes a raíz de los múltiples traumatismos que una persona puede sufrir en estas situaciones". Si todas estas condiciones están presentes, señala Balzanelli, "un sujeto puede sobrevivir bajo los escombros incluso durante 8-10 días".
Además, advierte el experto, "las posibilidades de supervivencia, ante la presencia de las 4 condiciones indicadas, aumentan significativamente si es posible mantener comunicación con la persona que aún está bajo los escombros, manteniéndola constantemente despierta, y si es posible hidratarla" de alguna manera, por ejemplo con la preparación de tuberías para transportar agua o nutrientes líquidos.
Sobrevivir incluso después de varios días de un evento desastroso como el terremoto del 6 de febrero en Turquía y Siria es, por lo tanto, posible.
Sin embargo, subraya Balzanelli, "la recuperación psicofísica de una persona que ha sobrevivido a una experiencia así puede ser extremadamente difícil". "Mucho depende obviamente de las condiciones físicas, pero en todos los casos persiste una condición de trastorno de estrés postraumático que puede resultar ser grave en un alto porcentaje de sujetos, sobre todo -concluye el médico- cuando la pérdida de bienes materiales va acompañada de la pérdida de seres queridos o del shock de haber presenciado la muerte de otras personas cercanas".
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