(ANSA) - ROMA, 06 FEB - El terremoto que asoló el sur de
Turquía y el centro-norte de Siria también afectó a importantes
monumentos históricos.
En el epicentro desde donde se propagó, en Gaziantep, donde
una vez estuvo el castillo como patrimonio de la UNESCO, ahora
hay un montón de escombros.
El castillo era un enorme edificio, construido hace casi dos
mil años a manos del imperio hitita, pero transformado en una
auténtica fortaleza por los romanos entre los siglos II y III
después de Cristo.
Un excelente punto de vista para los ataques desde el mar,
la fortaleza había sufrido cambios importantes durante el
reinado del emperador otomano Solimán I el Magnífico
(1520-1566), quien reforzó las murallas y agregó una muralla
interior. Los cambios habían perdurado hasta el día de hoy.
Los efectos del terremoto también se sintieron en Siria,
donde resultó dañado el castillo de Margat, de la era de las
cruzadas.
Conocido localmente como Marqab, la estructura data del
siglo XI y está ubicada en las montañas que dominan el puerto
sirio de Baniyas. La ubicación es estratégica, a lo largo de la
carretera que conectaba los puertos de Tartus y Latakia.
El terremoto tampoco perdonó a los edificios religiosos.
La mezquita de Sirvani, construida en el siglo XVII, se
derrumbó parcialmente. La Iglesia de la Anunciación de
Iskenderun quedó en gran parte. Símbolo de la cristiandad, la
catedral católica fue construida entre 1858 y 1871 por la Orden
de las Carmelitas Descalzas.
Tras haber sufrido un incendio en 1887, fue reconstruida
entre 1888 y 1901 y ahora es la sede del vicariato apostólico de
Anatolia, presidido por monseñor Paolo Bizzeti.
"Un desastre total - comentó el vicario - la catedral del
vicariato en Iskenderun se ha derrumbado".
"Todos los edificios están inservibles", pero, por ahora, en
la comunidad cristiana local "no hay víctimas", agregó. (ANSA).
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