En Sudán del sur, "basta de sangre derramada"

Altisonante mensaje a los líderes políticos del país

(ANSA) - YUBA, 03 FEB - El Papa, en Yuba, Sudán del Sur, lanzó un enfático llamado a sus líderes políticos que continúan guerreando uno contra otro y clamó por el fin de los conflictos y las matanzas.
    "Señor presidente, señores vicepresidentes, en nombre de Dios, del Dios al que juntos rezamos en Roma, del Dios apacible y humilde de corazón en el cual tanta gente de este querido país cree, es hora de decir basta, sin 'si' y sin 'pero', basta de sangre derramada, basta de conflictos, basta de violencia y acusaciones recíprocas sobre quien las comete, basta de dejar al pueblo ávido de paz. Basta de destrucción, es hora de la construcción! Que quede atrás el tiempo de la guerra y surja un tiempo de paz!".
    El pontífice recuerda que existe "una palabra, que designa el curso emprendido por el pueblo de Sudán del Sur el 9 de julio de 2011: República. Pero ¿Qué cosa quiere decir res publica? Significa reconocerse como realidad pública, afirma, esto es, que el Estado es de todos y, por consiguiente, que quien, en su interior, desempeña responsabilidades mayores, presidiéndolo y gobernándolo, no puede más que ponerse al servicio del bien común".
    "Aquí el objeto del poder: servir a la comunidad, La tentación de siempre al acecho -advirtió el papa Francisco- es servirse a sus propios intereses. No basta con llamarse República, sino hay que serlo, a partir de los bienes primarios: que los abundantes recursos con los que Dios bendijo a este tierra no sean reservados a pocos, sino prerrogativa de todos, y los planes de reactivación económica correspondan proyectos para una igualitaria distribución de la riqueza".
    "La democracia presupone, además, el respeto de los derechos humanos, custodiados por la ley y por su aplicación y, en particular, la libertad de expresión de las propias ideas. Es necesario recordar que sin justicia no hay paz, pero también sin libertad no existe justicia. Debe darse a cada ciudadano y ciudadana la posibilidad de disponer del don único e irrepetible de la existencia con los medios adecuados para llevarla a cabo", concluyó el Papa. (ANSA).