(ANSA) - BRUSELAS, 30 GEN - Misión oriental del secretario
general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Si la Alianza, de hecho,
se mantiene en tracción euroatlántica (el tratado de Washington
así lo exige), ahora que el marco geoestratégico global complica
la relación con los cuatro socios asiáticos más cercanos -Corea
del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda- se moviliza a otros
horizontes.
Stoltenberg partió ya de Seúl. Donde instó al gobierno a
hacer más en términos de apoyo militar a Ucrania.
El razonamiento es el siguiente: los países que creen en la
libertad, la democracia y un orden internacional basado en
reglas "deben mantenerse unidos". En declaraciones a los
estudiantes del Instituto CHEY de Estudios Avanzados,
Stoltenberg enfatizó que "lo que sucede en Europa es importante
para el Indo-Pacífico y lo que sucede en Asia es importante para
la OTAN".
En resumen, Asia y Europa pueden estar distantes, pero
los problemas ahora son comunes, tanto que dos teatros de acción
aparentemente no relacionados, como Ucrania y Corea del Norte,
pueden tener implicaciones para ambos continentes.
"Sabemos que Pyongyang está brindando apoyo militar a los
esfuerzos bélicos de Rusia con cohetes y misiles y esto subraya
lo interconectados que estamos", dijo Stoltenberg durante la
visita, que lo llevó a reunirse con el presidente Yoon Suk Yeol
y el ministro de Relaciones Exteriores, Park Jin.
Corea del Sur, por otro lado, se ha convertido en un
importante proveedor de seguridad. Varsovia ha firmado
recientemente un megacontrato para la entrega de 180 tanques K2
Black Panther, considerados segundos después de los Leopard
alemanes en términos de calidad y versatilidad, con la promesa
de comprar otros 800 después de localizar la producción en
Polonia, en un acuerdo que también habla de piezas de artillería
y 48 cazas FA-50.
Un pedido pesado que ha creado bastantes descontentos en
Europa. A todo esto Seúl, si bien expresó su apoyo a Kiev, solo
ha brindado asistencia humanitaria, ya que la ley surcoreana
prohíbe el suministro directo de armas a países en conflicto y
por lo tanto "es difícil" que pueda hacer más como pide el
secretario general.
La gira de Stoltenberg continúa con una parada en Japón,
donde verá al primer ministro Fumio Kishida y dará un discurso
en la Universidad de Keio en Tokio. Está claro que la
"interconexión" entre la OTAN y sus socios asiáticos pasa
también (y sobre todo) por la relación con China, definida como
"un desafío" por el nuevo concepto estratégico de la Alianza (y
reafirmada por Stoltenberg precisamente en Seúl) .
Un detalle que naturalmente no escapa a Pekín. "Cooperamos
con todos los países del mundo, no somos una amenaza para los
intereses de nadie: en todo caso, es la OTAN la que tiene que
dejar de lado la mentalidad de Guerra Fría", remarcó el portavoz
del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning. (ANSA).
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