(ANSA) - TEL AVIV, 28 GEN - Tras poco menos de 14 horas,
Jerusalén volvió a estar bajo el ataque del terror cuando un
palestino de 13 años, en el barrio mixto de Silwan de la ciudad,
abrió fuego, en una calle no distante del Muro de los Lamentos y
en pleno Sabbat, contra un grupo de israelíes e hirió a dos,
padre e hijo.
Israel elevó el estado de alerta en todo el país, con
ulteriores despliegues de las fuerzas en Cisjordania (3
batallones) y la custodia de la policía en lugares públicos en
el país.
"Nuestro trabajo -dijo el premier Benjamin Netanyahu al
abrir la reunión del Consejo de Defensa en Tel Aviv- será
fuerte, veloz y precisa".
"Cerraremos y demoleremos las casas de los terroristas en un
proceso acelerado", agregó, y confirmó nuevas medidas. "No
queremos una escalada -concluyó- pero estamos listos para
cualquier nuevo escenario". En discusión también una extensión
de los permisos para la portación de armas y acciones más
incisivas en relación con las familias y los amigos de los
terroristas.
El terrorista de esta mañana, según Kan TV, se llama
Muhammad Aliyat, originario de Silwan y, según la reconstrucción
de la policía y como se observa en un video de una cámara de
vigilancia difundido en las redes sociales, esperaba escondido
entre los autos que un grupo de israelíes pasase por una calle
del barrio.
Armado con una pistola abrió fuego. El grupo se dispersó,
luego la reacción de dos israelíes -entre ellos uno de los
heridos que es un soldado fuera de servicio- que impactó con
disparos al autor del ataque. Ahora está vigilado en un
hospital.
El nuevo atentado, en respuesta al raid israelí de Jenin que
mató 9 palestinos, ulteriormente exacerbó la tensión todavía
alta tras el ataque palestino del viernes por la noche, en el
comienzo del Sabbat, que aniquiló, en dos ocasiones, siete
israelíes cerca de una sinagoga en Neve Yaacov, barrio ortodoxo
al noreste de Jerusalén.
Entre las víctimas, una pareja de esposos, Eli y Natalie
Mizrahi, en el lugar para socorrer a los primeros heridos sin
darse cuenta de que el atacante estaba aún en acción.
Uno de los asesinados -como hizo saber el presidente
Volodimir Zelensky- es una mujer ucraniana residente por trabajo
en Israel. Y que figura incluso un menor de 14 años.
El atentado suscitó la condena internacional. Moscú invitó a
las partes "a la máxima moderación", mientras la UE, aun
definiéndose "perturbada por el atentado", subrayó, en
referencia las operaciones de Israel en Cisjordania, que "la
fuerza letal debe ser usada solo como último recurso, cuando es
absolutamente inevitable para proteger la vida".
En las horas siguientes al atentado del viernes por la
noche, la policía arrestó a 42 personas, todas residentes del
barrio de a-Tur, en Jerusalén Este, de donde provenía el
atacante Alkam Khairi, de 21 años. Entre los detenidos también
parientes de este último.
El doble atentado en Jerusalén fue justificado por Hamas y
la Jihad con los hechos de Jenin, en Cisjordania, donde murieron
9 palestinos en enfrentamientos armados durante una operación
antiterrorista del ejército.
También la dirigencia palestina de Abu Mazen adosó a Israel
la "plena responsabilidad de la peligrosa escalada en el
terreno", y dijo que continuará "aplicando las decisiones
tomadas, entre ellas, en fin de la coordinación de la seguridad
con el Estado judío".
Y, en vista de la llegada al comienzo de la semana del
secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, a la
región, advirtió al "gobierno de ocupación de continuar con este
enfoque, que llevará, sin más, a un posterior deterioro que
amenaza la seguridad de la región entera".
El presidente israelí, Isaac Herzog, invitó a sus ciudadanos
"más allá de los disensos" a "mantener la unidad". Y las
protestas contra la reforma del sistema judicial del gobierno de
Netanyahu, en Tel Aviv, Haifa, Beer Sheve y también en
Jerusalén, ofrecieron "un minuto de silencio" en memoria de las
víctimas de los atentados. (ANSA).
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