Los libertadores 78 años atrás son hoy responsables de la nueva pesadilla de la guerra y no fueron invitados al recuerdo de las victimas de la Shoah en el lager nazi alemán, donde fueron exterminadas más de un millón de personas, judíos, gitanos, opositores, prisioneros de guerra soviéticos, polacos.
"Todavía una vez más personas inocentes son asesinadas en masa en Europa. Rusia, incapaz de conquistar Ucrania, decidió destruirla. Lo vemos cada día, también mientras estamos aquí. Y, por consiguiente, es difícil estar aquí hoy", dijo el director del Memorial del campo de exterminio, Piotr Mateusz Andrzej Cywinski, frente a un grupo de sobrevivientes, en el cuello los pañuelos a rayas para recordar los trajes de los internados, y las delegaciones extranjeras.
Cywinsky no uso circunloquios y comparó los lugares de las masacres nazis de la Segunda Guerra Mundial al de los agresores rusos en Ucrania. "Los distritos de Wola, Zamojszczyzna, Oradour, Lidice ahora llevan nombres diferentes: Bucha, Irpin, Hostomel, Mariupol y Donetsk. Similar megalomanía enferma, similar ansia de poder. Y mitos casi idénticos de excepcionalidad de la grandeza, del primado... pero escritos en ruso". Palabras fuertes, una condena inapelable frente a los 18 sobrevivientes de la locura nazi.
"Tengo miedo cuando observo las noticias que llegan el Este acerca de la guerra. El ejército ruso, que nos liberó aquí, ahora hace la guerra en Ucrania. ¿Por qué?", se pregunta Zdzis?awa W?odarczyk, deportada a Auschwitz a los 11 años, mientras rabinos y sacerdotes oraban y eran colocadas coronas de flores y velas frente al crematorio número IV y en el patio del Bloque 11.
La guerra de Putin contra Kiev, en cambio, no es un problema para el jefe rabino ruso Berel Lazar que, eludiendo los problemas de hoy, condenó la falta de invitación a Auschwitz.
"Para nosotros es seguramente una humillación porque conocemos y recordamos perfectamente el rol de la Armada Roja en la liberación de Oswiecim (la ciudad polaca cercana al lager) y en la victoria contra el nazismo", dijo Lazar, que decretó: "No hay lugar para estos juegos políticos en el Día de la Memoria".
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