Los militares israelíes penetraron hasta el corazón del campo de refugiados en busca de tres milicianos de Yihad Islámica (YI) y, al ser detectados por los realojados, estalló una batalla campal que duró más de tres horas.
En este mes ya son 29 los palestinos muertos por disparos del Ejército, entre ellos cinco menores, y la de Jenin ha sido una de las operaciones más sangrientas de los últimos años.
Según la agencia de noticias palestina WAFA, Yussef Abdel Karim Hussein (22 años) fue asesinado a tiros hoy en la aldea de a-Ram (Ramallah) durante incidentes ocurridos tras la entrada de una unidad militar.
En Jenin, el ejército israelí llevó a cabo hoy una "operación antiterrorista" cuyo objetivo era la captura de "una célula terrorista de la Yihad Islámica fuertemente involucrada en la ejecución y planificación de múltiples ataques terroristas, incluidos disparos contra soldados y civiles israelíes".
Así lo anunció en un comunicado del portavoz militar en el que también se asegura que el ejército israelí es consciente de que durante los tiroteos que han tenido lugar hoy "también resultó herido de bala un civil palestino". Ahora se conocen las circunstancias de este episodio", completó el parte.
Al reconstruir la operación, el ejército de Israel precisó, entre otras cosas, que también había descubierto dos bombas listas para usar dentro de un edificio donde los milicianos palestinos estaban atrincherados.
Fueron detonadas por el escuadrón antibombas del ejército.
Las fuerzas israelíes no resultaron heridas, dijo el ejército.
El ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, felicitó a las Fuerzas Armadas por su actuación. Según el Ejército, disponían de informes de Inteligencia que apuntaban a que Yihad Islámica preparaba un gran atentado y era necesario actuar con la máxima rapidez posible.
"Este comando era una bomba de relojería. Si no actuábamos nosotros, lo harían ellos", deslizaron fuentes militares israelíes a los medios locales La visión palestina es otra. "Una masacre llevada a cabo por el gobierno de ocupación israelí en medio del silencio internacional", bramó Nabil Abu Rudeinah, portavoz del presidente palestino Abu Mazen, sobre lo sucedido.
El ministerio de Salud local dijo que el número de palestinos muertos en duros enfrentamientos armados con el ejército israelí se elevaba a diez.
"La incapacidad y el silencio internacional -añadió Abu Rudeinah- alientan al gobierno de ocupación a cometer masacres contra nuestro pueblo frente al mundo".
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajará a Israel, Cisjordania y Egipto la próxima semana para pedir el fin de la violencia, según anunció el portavoz de ese organismo, Ned Price.
Blinken se reunirá con el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu y el líder palestino Abu Mazen y "subrayará la necesidad urgente de que las partes tomen medidas para reducir las tensiones a fin de poner fin al ciclo de violencia que se ha cobrado demasiadas vidas inocentes", se lee en un comunicado difundido en Washington.
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