"Nosotras, presas políticas e ideológicas del pabellón de mujeres de la prisión de Evin (Teherán), exigimos el fin de las ejecuciones de manifestantes y el fin de las injustas sentencias infligidas a los presos en Irán", se lee en este texto enviado a la prensa internacional.
"Cualesquiera que sean nuestras creencias religiosas y políticas y nuestros orígenes, todos hemos sido condenados, por un total de 124 años de prisión, siguiendo procedimientos injustos y poco transparentes. Lo que equivale a varias generaciones de vidas humanas", prosigue el mensaje.
Además de Fariba Adelkhah, detenida en junio de 2019 y luego condenada a cinco años de prisión por socavar la seguridad nacional, y Faezeh Hashemi, condenada en enero a 5 años de prisión por criticar al régimen, firman la germano-iraní Nahid Taghavi, activista por los derechos de las mujeres, condenado a 10 años de prisión en 2021 y Niloufar Bayani, activista medioambiental, condenado en 2020 a diez años de prisión por espionaje.
Según la ONG noruega Iran Human Rights, al menos 481 personas han muerto y al menos 109 corren el riesgo de ser ejecutadas en relación con las protestas, además de las cuatro ya ahorcadas.
Teherán reconoce cientos de muertos, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad.
La ONU también contabilizó 14.000 detenciones en cuatro meses de protestas que comenzaron a mediados de septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, tras su arresto por parte de la policía adjunta por violar el código de vestimenta.
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