El recuerdo de las víctimas comenzó con la colocación de una corona de flores amarillas y rojas frente a la lápida del cementerio monumental de Bérgamo, en presencia del ministro de Defensa, Guido Crosetto, y del ministro de Salud, Orazio Schillaci.

     Fue una ceremonia sencilla, con la lectura de la oración que Ernesto Olivero, el fundador del Servicio Misionero Juvenil, dedicó a los fallecidos por el coronavirus. 

     Lo hizo en presencia de las autoridades, incluido el consejero regional de Bienestar, Guido Bertolaso, ​​y el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori.

    Las conmemoraciones, el día exacto en que, hace tres años, los camiones militares se llevaron los ataúdes de Bérgamo, continuaban en el Parque alla Trucca para la inauguración de un sitio de la memoria.    

     En ocasión de la jornada, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, manifestó que aquel 18 de marzo de 2020 "permanece en la memoria como uno de los momentos más dramáticos de la historia de la República. Una amenaza a nivel mundial, de características desconocidas, que afectó a todos los países, motivando, incluso a nivel internacional, acciones institucionales e iniciativas científicas de intervención de emergencia, activando sistemas de protección de la salud y despertando sentimientos de solidaridad generalizada".

    Matterella también expresó solidaridad con los familiares de las víctimas y, al mismo tiempo, expresó su "agradecimiento a quienes contribuyeron a "contener un hecho tan grave, repentino y peligro omnipresente, como para poner en peligro la salud pública mundial". 

    "El profuso compromiso de evitar las consecuencias de la pandemia - aún no erradicada por completo- constituye un patrimonio de valores fundamentales que deben preservarse para estar en condiciones de enfrentar cualquier desafío. de trascendencia internacional", completó el presidente italiano. 

    El viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó  que espera bajar este año su nivel de alerta máxima por el Covid-19, al estimar que la epidemia podría representar pronto una amenaza similar a la de la gripe estacional.