Mientras continúan las investigaciones en Teherán sobre el ataque nocturno a Isfahán, el centro neurálgico militar y nuclear de la República Islámica, las únicas noticias sobre el tipo de objetos derribados en el cielo iraní provienen de un miembro del parlamentario de la Comisión de Seguridad Nacional, Shahriar Heidari, quien habló de "mini drones de vigilancia estadounidenses o israelíes".
No basta con entender qué aviones se utilizaron: y eso porque, si realmente se tratara de drones de vigilancia y, por lo tanto, no estuvieran armados, sería difícil plantear la hipótesis de que el tan esperado contraataque israelí desembocara en el lanzamiento de aviones con cámaras.
Lo que es seguro es que se trataba de tres drones, "posiblemente lanzados desde el propio país", afirmó una fuente iraní al diario The New York Times.
Una hipótesis también relanzada por la televisión estatal IRNA, desde cuyas pantallas un experto evocó a los "infiltrados" detrás del accidente.
Isfahán ya había sido atacada en enero del año pasado: en aquella ocasión IRNA había precisado que los aviones utilizados eran tres cuadricópteros Mav armados con explosivos.
Ese tipo de vehículos (Mav son las siglas de micro vehículo aéreo) tienen un alcance muy corto y también pueden ser utilizados por personal no militar, siendo muy similares a los de uso civil comúnmente disponibles en el mercado.
Otros episodios similares, dijeron entonces fuentes de Teherán, también se produjeron en Irán, en junio de 2021, cuando fue atacada una fábrica de centrífugas nucleares; y en Beirut en agosto de 2019 contra una instalación de la organización libanesa Hezbolá.
Los mini drones se suministran a diversas Fuerzas Armadas, se utilizan para vigilancia y, sobre todo, para garantizar a la infantería un ojo donde los vehículos blindados no pueden avanzar.
Algunos tienen unas dimensiones increíbles, como el británico Black Hornet, de 10 centímetros de largo y 2 centímetros y medio de alto, definido como un nano helicóptero.
Israel también produce ese tipo de vehículos, entre otros: está el Mosquito, que pesa 500 gramos, tiene un alcance de unos 3 kilómetros y además puede volar automáticamente hacia su objetivo gracias al sistema GPS.
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