Una imagen muy clara: dos hombres dentro, uno con sombrero, complexión robusta, algo de barba y mirando hacia abajo. El otro al volante, menos reconocible. Unas horas más y los mismos canales de Telegram Baza y Mash publicaron vídeos y fotografías de los primeros brutales interrogatorios sumarios.
Circunstancias hechas públicas en las redes sociales pero sobre las que no ha habido confirmación oficial por parte de las autoridades rusas. La noticia oficial, sin embargo, llegó poco después de las 9 de la mañana, hora italiana, cuando las agencias de prensa estatales de la Federación Rusa difundieron la noticia de que once personas, entre ellas cuatro presuntos terroristas, habían sido arrestadas por la masacre en la sala de conciertos.
Todos procedentes de Tayikistán, según los investigadores rusos. Ninguno con nacionalidad tayika, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dushanbe, que calificó de falsa la noticia sobre la implicación de sus ciudadanos en el atentado terrorista.
Pero he aquí algunos pasajes de los interrogatorios no exactamente formales de los agentes rusos: "Qué hacía usted en el Crocus?", pregunta un hombre de las unidades especiales de uno de los presuntos atacantes, sujetándolo por los pelos en el suelo, con la cara abajo, mientras lo graba con un teléfono inteligente. "Disparé", responde el hombre.
"A quién le disparó?", le insta el oficial. "Al pueblo", dice el interrogado. "Por qué lo hizo?", le insta. "Por dinero", confiesa en voz baja. En el vídeo publicado por Baza y relanzado por el canal Telegram de la directora de la televisión Russia Today, Margarita Simonyan, el detenido declara que tiene 26 años, que aceptó participar en el ataque después de haber escuchado las frases de un predicador hace un mes, tras haber sido contratado por un ayudante que le ofreció 500.000 rublos (unos 5.000 euros). De los cuales 250.000 ya pagaron por adelantado.
No hizo referencia a ningún contacto ucraniano para la fuga después del ataque.
Las imágenes del hombre, sumiso, muerto de miedo, no pueden dejar de perturbar. Pero aún lo es más el vídeo de otro de los detenidos que los canales rusos de Telegram muestran inicialmente con la cabeza y el rostro vendados, ensangrentado, hinchado: el mismo que en un vídeo publicado posteriormente en X por el grupo independiente bielorruso Nexta y el medio ruso Meduza lo muestra mientras, inmóvil en el suelo, en un lugar que parece un bosque, y le cortan la oreja con un cuchillo y se la meten en la boca.
Otras imágenes impactantes muestran a un jovencito, "de 19 años, originario de Dushanbe en Tayikistán", según los canales rusos Telegram, con una herida muy evidente en el ojo izquierdo, en decúbito supino y en el suelo, aparentemente inconsciente.
ISIS ha reivindicado una vez más la autoría del ataque, afirmando que fue perpetrado por cuatro de sus "combatientes" cuyas fotografías también publicó. La agencia de noticias Amaq del grupo militante escribió en Telegram: "El ataque se produce en el contexto de una guerra furiosa entre el Estado Islámico y los países que luchan contra el Islam".
Pero todo sigue estando envuelto en un velo de misterio.
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