"Seguimos tomando medidas contra personas y empresas que han cometido acciones para desestabilizar la paz y la seguridad en Cisjordania", se lee en un comunicado del portavoz Matthew Miller.
Se trata de cinco personas y entidades "involucradas en actos de violencia o amenazas de violencia contra civiles, destrucción, incautación o expropiación de bienes".
"No hay justificación para la violencia extremista contra civiles, independientemente de su origen, etnia, raza o religión", subraya el Departamento de Estado en un comunicado.
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