En un comunicado, en nombre también del sello discográfico Chrysalis Records, se lee que la artista se mostró "disgustada, herida e insultada" por el uso de la canción durante los mítines de Trump en Estados Unidos, como ocurrió recientemente durante las primarias.
Además, en la nota, recogida por los medios de Dublín, se hace referencia a que O'Connor vivía según un "estricto código moral" y ya había expresado su antipatía por el expresidente, llamándolo "demonio bíblico".
"Como custodios de su legado, exigimos que Donald Trump y sus asociados dejen inmediatamente de usar su música", sostiene al final del comunicado.
La cantante murió a la edad de 56 años en su residencia de Londres por causas naturales, según se desprende de las investigaciones realizadas por el forense en enero.
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