El gobierno italiano está trabajando para llevar al recluso italiano Chico Forti de regreso a Italia lo antes posible, dijo el sábado el ministro de Justicia, Carlo Nordio, después de que la primera ministra, Giorgia Meloni, anunciara el viernes en Washington que se había llegado a un acuerdo para que volviera de Estados Unidos para seguir en prisión el resto de su mandato en su tierra natal.
Forti, de 65 años, se encuentra en una cárcel de máxima seguridad en Florida después de haber sido condenado a cadena perpetua en 2000 por el asesinato del empresario australiano Dale Pike en 1998.
Forti y sus partidarios dicen que la condena no es sólida y que es víctima de un error judicial.
"El regreso de Chico Forti a Italia es un objetivo importante y largamente esperado, logrado gracias a los autorizados esfuerzos personales de la primera ministra Giorgia Meloni", afirmó Nordio.
"Mis oficinas trabajarán para cumplir con todos los pasos técnicos necesarios que son responsabilidad del Ministerio de Justicia en el menor tiempo posible y que hablé con el Fiscal General, M. Garland durante una visita al Departamento de Justicia en Washington en noviembre", agregó.
"Esperamos que todos los demás pasos, en los que también participan las autoridades judiciales, puedan completarse lo antes posible para permitir a Forti continuar cumpliendo su condena en su país, cerca de sus seres queridos", concluyó.
Meloni se ganó el viernes los elogios del presidente Biden por el firme apoyo de Italia a Ucrania desde la invasión rusa, cuando los líderes se reunieron en la Casa Blanca por segunda vez el viernes.
"Quiero agradecerles por el apoyo inquebrantable de Italia a Ucrania", dijo Biden. "Nos apoyamos unos a otros. También nos apoyamos a Ucrania".
También bromeó diciendo que tocó la canción de Ray Charles "Georgia on My Mind" cuando llegó Meloni.
Los líderes discutieron los principales desafíos globales y cómo coordinar las respuestas de los aliados a ellos, con Italia ocupando la presidencia de turno del G7.
Meloni, que también visitó la Casa Blanca en julio, afirmó que la crisis en Oriente Medio era "de máxima preocupación", subrayando la necesidad de "trabajar juntos en medidas concretas para garantizar la perspectiva de dos Estados, que es la única solución a largo plazo", la "única solución sostenible".
También propuso la creación de una "alianza global contra los traficantes de personas" como parte de los esfuerzos para detener la llegada ilegal de inmigrantes.
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