El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de la tormenta con Tel Aviv después de comparar las acciones israelíes contra los palestinos en la Franja de Gaza con el Holocausto nazi, está tratando de enmendarse reiterando su condena del ataque de Hamás en octubre pasado.
"El presidente Lula condena los actos terroristas de Hamás el 7 de octubre. Lo ha hecho varias veces. Y está en contra de una reacción desproporcionada y del sufrimiento de las mujeres y los niños en la Franja de Gaza", se lee en una nota de Planalto -sede del gobierno brasileño- difundida en la noche del domingo.
Según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno brasileño intentará "no agravar" la tensión con Tel Aviv, que ya ha declarado a Lula "persona non grata", dos días antes del inicio del G20. Y el jefe de Estado hoy debería analizar la situación directamente con el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira.
La participación, entre otros, del secretario de Asuntos Exteriores estadounidense, Antony Blinken, y del ministro ruso, Sergei Lavrov, ocurrirá en esa primera reunión tras la muerte del opositor del Kremlin, Alexei Navalny.
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