"La declaración original estaba en inglés y luego fue traducida al italiano -explicó la embajada-. En inglés la declaración, en referencia a las palabras de Su Eminencia el cardenal Parolin, decía lo siguiente: 'Es una declaración lamentable'. En italiano En esta traducción se eligió la palabra 'deplorable', que también podría traducirse más precisamente como 'desafortunada'". Palabra que tiene un significado menos despectivo en la jerga diplomática.
Entre las medidas que parecen conciliatorias con el Vaticano se encuentra también una carta de un grupo de rabinos y estudiosos del diálogo judeo-cristiano al Papa, informada por el Osservatore Romano.
"Nos reconforta el hecho de que ella haya tendido su mano a los judíos de todo el mundo, y en particular a los de Israel, en este momento de gran sufrimiento", escribieron los rabinos, subrayando "también su compromiso de oponerse activamente a la antisemitismo y antijudaísmo, que en los últimos tiempos adquirieron dimensiones desconocidas para la mayoría de nosotros durante nuestras vidas".
Además, el inusual ataque de Israel al Vaticano sorprendió a la mayoría de los observadores. Preguntado en una entrevista sobre el incidente, el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, atribuyó también la dureza de las palabras de la embajada contra Parolin al "momento de gran tensión provocado por la guerra".
El mismo viceprimer Ministro había planteado hace algunos días la cuestión de la "proporcionalidad" entre el derecho de Israel a defenderse y responder al ataque del 7 de octubre y el deber de evitar en la medida de lo posible provocar víctimas entre la población civil palestina "que nada sobre qué hacer con Hamás".
"Entendemos bien las razones de Israel -reiteró Tajani- pero todos debemos trabajar para que se pueda alcanzar la paz y para que haya una tregua en este momento que nos permita ayudar a la población civil".
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