El 13 de febrero -informa MSF en una nota- un tanque israelí destruyó la entrada norte del hospital, ordenando a los desplazados que abandonaran las instalaciones por esta salida.
Se dijo al personal médico y a los pacientes que podían permanecer en el hospital con un límite de un médico o acompañante por paciente. El personal de MSF todavía está en el edificio y continúa tratando a los pacientes en condiciones casi imposibles.
Después de semanas de intensos combates cerca del Hospital Nasser, el personal médico, los pacientes y las personas desplazadas se encontraron atrapados dentro del edificio con muy poco acceso a suministros esenciales.
Muchas personas heridas debido al intenso bombardeo en Khan Yunis tampoco pudieron llegar al hospital para recibir tratamiento de emergencia. Según la información de que disponen los equipos de MSF, en los últimos días al menos 5 personas han muerto y otras 10 han resultado heridas a causa del ataque al hospital.
"La gente vive en una situación imposible: permanecer en el hospital Nasser contra las órdenes del ejército israelí y convertirse así en un objetivo potencial, o salir y encontrarse en un contexto apocalíptico donde los bombardeos y las órdenes de evacuación son parte de la vida diaria", dijo Lisa Macheiner, coordinadora de proyectos de MSF en Gaza.
"Los hospitales deberían considerarse lugares seguros y ni siquiera deberían ser evacuados", completó.
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