La epilepsia afecta a entre 50 y 75 millones de personas en el mundo, 6 millones en Europa, alrededor de 500.000 en Italia y, además de las importantes implicaciones médicas, puede tener un impacto en el bienestar psicológico y en los aspectos sociales de la vida de las personas.
Las causas son diferentes y en el 30% de los casos la enfermedad es farmacorresistente. Pero hoy en día existen tratamientos eficaces para los pacientes y se han dado importantes pasos hacia la medicina de precisión.
Así lo subrayó Giuseppe Zaccaria, presidente de la Asociación Fuori dall'Ombra Insieme per l'Epilessia, con motivo del Día Internacional de la Epilepsia, que se celebra el 12 de febrero.
"Hay que vencer la ignorancia - afirma Zaccaria -. Es necesario eliminar el estigma que aún conlleva el diagnóstico de epilepsia y que provoca discriminación y desconfianza en los diferentes mundos en los que viven las personas afectadas por la epilepsia; informar y actualizar sobre los avances logrados en la comprensión de los mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad y las opciones de tratamiento. Necesitamos hablar de la epilepsia a todos los niveles, con la persona afectada, con su familia, a nivel de la sociedad civil, es un elemento fundamental para aclarar la patología y derribar los conocimientos que limitan y han limitado gravemente la vida de las personas con esta enfermedad".
La investigación en el campo de la epileptología ha avanzado a pasos agigantados desde mediados del siglo pasado.
Actualmente, en aproximadamente el 70% de los casos, las terapias disponibles resultan adecuadas, permitiendo un excelente control de las crisis epilépticas y un pronóstico favorable.
Sin embargo, el problema de la resistencia a los medicamentos y las recaídas aún está por resolver. En el tratamiento de la epilepsia avanzamos hacia una medicina de precisión, una medicina cada vez más individualizada, en función del sexo, la edad, el estado general del paciente y la causa subyacente.
Se están logrando grandes avances, por ejemplo, en el campo de la inmunología y la genética de la epilepsia, explica Stefano Sartori, neurólogo y epileptólogo pediátrico de la Clínica Pediátrica del Hospital Universitario de Padua.
"Una parte importante de las epilepsias que ocurren en la infancia y en la edad pediátrica en general se deben a defectos genéticos. La identificación de una base genética específica puede favorecer la elección de los medicamentos anticonvulsivos más eficaces en esa condición específica y sienta las bases para futuros terapias etiológicas, es decir, que actúan directamente sobre la causa subyacente, como ya ocurre en otras enfermedades neurológicas determinadas genéticamente", explicó Sartori.
También se presta gran atención al papel de la neuroinflamación en la epileptología. Los fármacos dirigidos contra la neuroinflamación "podrían representar el futuro del tratamiento de algunas formas de epilepsia - agregó el experto -. Otro aspecto que sigue siendo crucial y de actualidad para el tratamiento de la enfermedad es la cirugía que, en casos seleccionados, puede garantizar la curación o una reducción significativa de las crisis".
Por este motivo, concluyó, "es importante establecer centros de cirugía de epilepsia en las distintas regiones, tanto para la edad pediátrica como para la edad adulta. Es necesario un compromiso compartido".
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