Moody's rebajó la calificación crediticia de Israel de A1 a A2, manteniendo su perspectiva crediticia en "negativa", lo que significa que es posible una degradación futura.
La rebaja implica un mayor riesgo de crédito de los préstamos a Israel, pero la calificación todavía está dentro de la mitad de una categoría de "grado de inversión", lo que sugiere un bajo riesgo de crédito.
"El principal impulsor de la rebaja de la calificación de Israel a A2 es la evaluación de Moody es el conflicto militar en curso con Hamas", dijo Moody's en un comunicado.
Agregó que la guerra y sus "consecuencias más amplias" aumentan el "riesgo político para Israel, así como debilitan sus instituciones ejecutivas y legislativas".
"Si bien los combates en Gaza pueden disminuir en intensidad o pausa, actualmente no hay acuerdo para poner fin a las hostilidades de manera duradera y no hay acuerdo sobre un plan a largo plazo que restaure y eventualmente fortalezca completamente la seguridad de Israel", dijo Moody's en un comunicado.
La revisión de la rebaja de Israel comenzó el 19 de octubre, agregó la declaración.
Israel no solo enfrenta el conflicto en la vecina Gaza. Otro flanco abierto lo tiene en el norte con el grupo militante de Hezbolá, con el que hoy intercambiaron fuego sobre la frontera del Líbano.
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron en un comunicado en Telegram que sus aviones de combate golpearon un complejo militar alrededor de una milla y media al norte de la frontera.
Añadió que también había llegado a un puesto de observación en la ciudad fronteriza de Markaba.
Las fuerzas de las FDI también atacaron ayer un "centro de mando" y un "sitio militar" utilizado por Hezbolá, según el comunicado, aunque no especificó la ubicación de los ataques.
Por otra parte, Hezbolá dijo hoy en una publicación de Telegram que había atacado un cuartel en el norte de Israel con fuego de cohetes esta tarde.
En cuanto a los enfrentamientos con Hamas, si bien van disminuyendo en intensidad, nunca se han detenido salvo pequeños alto el fuego.
Anoche tres ataques aéreos contra hogares en Rafah mataron a 28 personas, horas después de que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu le dijera al ejército israelí que se preparara para evacuar a los civiles de la ciudad del sur antes de una invasión terrestre.
Cada ataque mató a varios miembros de tres familias, dijo un funcionario de salud palestino. Un total de 10 niños murieron, el más joven de tres meses de edad, dijo el funcionario.
Más de la mitad de los 2,3 millones de personas de Gaza están abarrotadas en Rafah, muchas después de haber sido desarraigadas repetidamente por las órdenes de evacuación israelíes que ahora cubren dos tercios del territorio de Gaza. L os funcionarios estadounidenses han dicho que una invasión de Rafah sin un plan para la población civil llevaría al desastre.
Hasta ahora, las fuerzas israelíes no han permitido a las personas desplazadas internamente en Gaza regresar a sus hogares, y muchas no tienen sitios a los que regresar.
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