(ANSA) - ROMA- La italiana Ilaria Salis ha comparecido este miércoles ante un tribunal de Hungría atada de pies y manos, mientras un agente de policía la conducía con una cadena. Responde ante la justicia de las acusaciones de agresión a varios manifestantes neonazis durante una concentración de extrema derecha en 2023, en el "Día del Honor" de Budapest.
Salis, es una profesora de 39 años, militante antifascista de Milán. Durante el juicio, que ha quedado aplazado hasta el 24 de mayo, apenas podía mover sus manos debido a los grilletes, pero en todo momento se ha declarado inocente de los hechos que se le imputan.
Lleva un año en prisión preventiva en una cárcel de alta seguridad de Hungría. La Fiscalía de Budapest pide para ella once años de prisión.
El canciller italiano, Antonio Tajani, afirmó hoy que "la extradición" de Salis "es imposible porque no cometió ningún delito en Italia, puede ser expulsada en caso de condena o si Hungría decide ponerla bajo arresto domiciliario a petición de su abogado". Tajani lo manifestó en el programa "Cinque Minuti" de Porta a Porta, emitido por RAI 1.
"Como alguien dijo, no se puede pasar de la prisión húngara al arresto domiciliario en Italia, necesitamos la transición del arresto domiciliario al arresto domiciliario. El gobierno hizo todo lo necesario para garantizar el cumplimiento de las normas europeas sobre el trato a los presos", acotó el canciller.
"Hoy sus padres también fueron a visitarla. Ahora veremos qué puede pasar, pero estamos asegurando de que se respeten sus derechos como presos", añadió Tajani.
La historia de Ilaria Salis y la forma en la que está siendo tratada en Hungría se está convirtiendo en un auténtico caso político. El padre de Salis ha denunciado que su hija está siendo tratada "como un animal" y su abogado, Eugenio Losco, asegura que el trato que está recibiendo "es una grave violación de la normativa europea" sobre el trato de reos y ha pedido al gobierno italiano "acabar con esta situación inmediatamente".
Georgia Meloni, la primera ministra italiana, tiene previsto reunirse en Bruselas con Viktor Orban, primer ministro de Hungría, para abordar este asunto. Además Italia también ha convocado al embajador de Hungría para pedirle explicaciones.
"Ella no puede ser profesora de historia en Italia, no puede hacer ese trabajo", dijo hoy Matteo Salvini al diario La Repubblica hablando de la historia de la detenida en Hungría.
"Ahora estamos a punto de dar la noticia de que ya en 2017, esta señora tenía un mirador de la Lega en Monza y fue atacado. Lo ves? Crees que es normal que un maestro de escuela primaria viaje por Europa, y ahora, de pronto, golpeando y escupiendo a la gente?", añadió el ministro con polémica.
"Ir a los tribunales en 2024 con grilletes no es aceptable", enfatizó luego sobre cómo la mujer fue llevada al tribunal en Budapest. "Pero si esa mujer es culpable, debe pagar. Y si cometió el crimen en Hungría, debe ser juzgada en Hungría. La izquierda siempre nos dice que debemos respetar el poder judicial, así que respetemos también al poder judicial húngaro", acotó tajante.
Debería ser juzgada en Budapest, no debería ser devuelta a Italia? Se le preguntó a Salvini: "Sin duda -respondió-. Otra cosa es si estás cumpliendo una condena injusta como la de Chico Forti en Estados Unidos. En ese caso hay que intervenir y preguntar. Pero no en este caso".
No se debería pedir un trato justo para un ciudadano italiano, le insistieron los reporteros a Salvini. "Repito: te parece normal que una maestra de escuela primaria ande golpeando a la gente? Me preocupa que niños de 6 a 7 años estén con una persona así. No creo que pueda trabajar como maestra", remarcó.
"Todo está bien, pero no se pueden hacer declaraciones de este tipo. La salida de Salvini me pareció fuera de lugar", comentó Roberto Salis a ANSA sobre las declaraciones del ministro de Infraestructuras.
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