Al menos 100 niños son los que pudo contar el padre Ibrahim Faltas, franciscano de la Custodia de Tierra Santa y mediador en la misión humanitaria que llevó a los primeros infantes de la Franja de Gaza para ser tratados en Italia.
Llegaron diez de ellos, cuatro recibidos en el hospital pediátrico Bambino Gesú otros tres en el hospital Meyer de Florencia y tres niñas más que reportaron heridas en el hospital Gaslini de Génova.
"Tenían los ojos llenos de tristeza y, al mismo tiempo, de curiosidad y asombro. Nos dijeron: hemos salido del infierno", relatan el presidente Tiziano Onesti, el padre Faltas y el embajador palestino en la Santa Sede, Issa Kassissieh, quien inmediatamente agradeció "a Italia y al papa Francisco por este gesto de esperanza".
Aturdidos por el viaje que los catapultó en menos de 24 horas desde el lugar del conflicto hasta la tranquilidad de la capital italiana, los cuatro recibidos por Bambino Gesú, todos de fe musulmana, son tres niños de 2, 4 y 13 años y una adolescente de 15 años.
Mostraron rostros surcados de lágrimas, pero también "felicidad", "alivio" y "sorpresa" por encontrarse en un país extranjero.
En su caso, se trata de pequeños pacientes con patologías cardiológicas, hematológicas, ortopédicas y neurológicas previas, que, sin embargo, ahora serían imposibles de tratar en la Franja de Gaza, postrada por los bombardeos y la emergencia sanitaria.
"Ya están mucho mejor, vimos su sonrisa, venir aquí a Italia era un sueño para ellos, nadie podía imaginar que lo lograrían", dijo el padre franciscano, "cada uno tiene una historia, hay un padre aquí quien, desde el 7 de octubre, perdió a 26 personas de su familia, logró llegar y su hijo tras hacerse separado de su esposa, quien, en cambio, llegó a los Emiratos Arabes con sus dos hijas, a las niñas les amputaron las piernas".
En el Bambino Gesú estarán el tiempo que "haga falta, deben curarse", "sacarlos de Gaza fue muy difícil -prosiguió- hemos hablado con la autoridad palestina, con la autoridad egipcia, con Israel, con todos; la lista inicial era de más de 100 niños con sus acompañantes, logramos traer unos diez, con 13 acompañantes".
Cuando se curen, "regresarán a Gaza, esa es la condición, pero ahora cualquiera que quisiera regresar a la Franja solo se enfrentaría a la muerte".
Algo así se ve en los ojos de las tres primeras chicas ingresadas en Gaslini, que, en cambio, tienen heridas sufridas tras los atentados, es completamente similar.
"El sufrimiento se puede ver realmente", afirman los médicos, quienes, a su vez, destacan: "Lo que se dice no es 'propaganda': las operaciones quirúrgicas en la Franja se llevan a cabo en hospitales de campaña sin anestesia".
"El gesto humanitario de Italia", comentó el embajador palestino Kassissieh, "es un gesto de esperanza, una luz que nos permite ver al final del túnel. Sabemos que saldremos de todo esto, incluso si pagamos un precio muy alto".
"Por eso nuestro agradecimiento también al papa Francisco, que siempre reza por nosotros, por la Tierra Santa, por la paz".
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