Una misión militar "fuerte", ampliada y lo más participativa posible en el Mar Rojo, azotado por los ataques hutíes. La Unión Europea está a punto de lanzar una de las operaciones conjuntas más importantes de su historia, con Italia a la cabeza.
La propuesta de la misión naval estará sobre la mesa del Consejo de Asuntos Exteriores este lunes. Sin embargo, no se tomará ninguna decisión formal: el objetivo de Bruselas es aprobar definitivamente la misión en la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del 19 de febrero. Pero mañana lunes seguramente llegaremos al meollo del expediente en el marco de una reunión compleja, en la que se abordarán tres crisis importantes: el conflicto entre Israel y Hamás, la escalada en el Mar Rojo y el conflicto en Ucrania.
Son tres los países que están actuando como protagonistas en la organización de la misión: Alemania, Italia y Francia.
"Estaré en Bruselas, espero, para convencer a la gente de llevar a cabo una misión para proteger los barcos que exportan o importan a través del Mar Rojo. Pero se necesita una misión más amplia, será defensiva, pero será una defensa armada", explicó el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, según el cual "no se puede obligar a los buques mercantes a circunnavegar".
En Berlín, la coalición gobernante se solidarizó inmediatamente con el lanzamiento de una misión europea.
En la misma línea también está Francia, que entre otras cosas fue impulsora de la coalición de voluntarios que, a través de la misión Emasoh Agenor, patrulla desde el 2020 el Estrecho de Ormuz, que separa la Península Arábiga de Irán.
La conexión entre la futura misión en el Mar Rojo -que se llamará Aspis- y la operación Agenor es uno de los puntos clave para determinar el perímetro ampliado de la misión naval de defensa contra los hutíes, que podría incluir así la vigilancia de un gran tramo de mar que va desde el Mar Rojo, pasa por el Golfo de Adén, y llega justo al Estrecho de Ormuz.
Será, como señalan varias fuentes europeas y el propio Tajani, una misión de carácter defensivo, a diferencia de la operación Prosperity Guardian lanzada contra los hutíes por Estados Unidos y el Reino Unido, con la que, sin embargo, la UE tendrá algún tipo de coordinación.
El número de países que enviarán buques de guerra aún no está claro, y está por ver si algunos de ellos optarán por utilizar para la nueva misión los barcos enviados para la operación Agenor, que también incluye a Italia entre los participantes.
Sin embargo, existe un consenso general sobre la necesidad de la misión.
La crisis en el Mar Rojo no parece amainar y las repercusiones en el comercio son tangibles: según Unimpresa, la amenaza hutí sobre el Canal de Suez, por donde pasa el 20% de las mercancías mundiales, provocó un colapso del 90% del tráfico marítimo.
Están en riesgo 5.500 millones de exportaciones agroalimentarias italianas hacia Asia, alertó Coldiretti.
La Casa Blanca, por su parte, subrayó que la acción militar estadounidense para frenar a los hutíes "llevará tiempo", mientras Politico explicó que, según información de inteligencia estadounidense, los milicianos yemeníes buscan más armas de Irán y podrían atacar directamente a las fuerzas occidentales en la región.
Por último, desde Yemen llegó un primer recuento de víctimas tras las incursiones angloamericanas: son 75, entre ellos Pasdaran iraníes y Hezbolá libanés.
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