Así lo informó el diario Washington Post citando a un familiar del joven asesinado y al presidente de la mezquita, Nabil Abukhader.
"Nuestra mezquita y toda la comunidad están devastadas por la noticia", dijo Abukhader, pidiendo el fin de los combates en Medio Oriente para dar "una oportunidad a estos jóvenes, ya sean árabes, musulmanes, israelíes o cristianos".
El joven de 17 años nació en Estados Unidos y se mudó a Cisjordania en mayo con su padre, su madre y sus hermanos para cursar su último año de escuela secundaria.
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