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Se enciende la bronca contra Hamás en Gaza: "liberen a los rehenes"

La ira de los desplazados en Rafah: "Era necesario todo esto?"

RAFAH, 19 ENE-, 19 enero 2024, 18:12

Redaccion ANSA

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Palestinos refugiados en Rafah. - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

(ANSA) - RAFAH,  por Sami al-Ajrami - Entre las tiendas de campaña de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, hay ahora más de 1,5 millones de personas desplazadas, desesperadas, sin salida, sin esperanzas de volver a casa, con un enojo en aumento incluso hacia Hamás.
    "Si liberara a los rehenes israelíes, la guerra terminaría y con ella nuestro sufrimiento", dicen.
    "Es un desastre, corremos el riesgo de quedarnos en tiendas de campaña hasta el Ramadán", que este año será en abril, es el comentario en medio de la desolación y la decepción de quienes esperaban, en las últimas semanas, con la retirada gradual de las tropas israelíes del norte y del centro de la Franja, para poder regresar a su hogar.
    Pero el ejército reiteró que no permitirá ningún movimiento hacia el norte.
    El mal humor se extiende.
    "Hamás quiere liberar a 500 de sus hombres encarcelados en Israel, ¿pero para lograr ese objetivo fue necesario sacrificar a 25.000 palestinos de Gaza, además de los otros 10.000 que todavía yacen bajo los escombros?", se preguntan en el campamento.
    Y también hay quienes acusan a Hamás de haberse apoderado de la ayuda humanitaria, para luego volver a aparecer en el mercado a un precio elevado, mientras que otros se quejan de haber sido abandonados en Rafah por las autoridades.
    Ni siquiera ayudó la noticia de la llegada de medicamentos suministrados por Qatar y Francia.Y hay quienes, como algunos en el hospital Koweiti, afirman que "nunca fueron vistos, nunca llegaron".
    La situación "es dramática": los médicos tienen que afrontar el riesgo de epidemias.En el hospital hay mucha gente y faltan las condiciones sanitarias básicas, lo que obliga, a menudo, al personal sanitario, protegido por mascarillas, a atender a los pacientes "al aire libre", en las aceras, incluso en las noches heladas.
    Todo el mundo sabe bien que toda Rafah es ahora una zona con alto riesgo de enfermedades: en las ciudades de tiendas de campaña, levantadas apresuradamente en las últimas semanas, pasan aguas residuales entre las tiendas.
    Y la basura, que no se recoge desde octubre, está por todas partes. El alcalde de Gaza estimó que en su ciudad hay 50 toneladas de residuos de diversa índole.     En Rafah, incluso hacer una simple llamada sigue siendo un problema, dado que las líneas telefónicas y el servicio de Internet han estado bloqueados en toda la Franja durante ocho días. "Tengo una SIM egipcia y un dispositivo que permite a otros conectarse a mi teléfono", dice un residente del distrito de Salam, a pocos pasos del cruce de Rafah hacia Egipto.
    Cada día, a una hora preestablecida, pone su dispositivo a disposición de quienes lo necesitan: por la modesta suma de un shekel (25 céntimos de euro) la hora, personas que vienen a pie desde varios barrios de la ciudad, a menudo lejos, se conectan para poder comunicarse con el mundo exterior: para nosotros, dicen con un dejo de satisfacción, "este lugar se ha convertido en una especie de cibercafé".
   

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