Un vídeo publicado por el ejército mostró a cientos de soldados entrando en la prisión, de la que el jefe de la pandilla Adolfo Macías, alias "Fito", escapó la semana pasada.
La fuga provocó una represión gubernamental y, a su vez, feroces represalias por parte de los grupos criminales, que llevaron al presidente Daniel Noboa a declarar primero el estado de emergencia y luego el de "conflicto armado interno" y movilizar a las fuerzas armadas".
"Personal del ejército y de la policía están llevando a cabo una nueva intervención para "controlar los perímetros exterior e interior del centro penitenciario", indicó el ejército en un comunicado de prensa.
La operación se produce al día siguiente del asesinado del fiscal César Suárez, en Guayaquil, que investigaba la irrupción de hombres armados en un canal de televisión durante la emisión de un noticiero, crimen por el que la policía anunció este jueves la detención de dos sospechosos.
El comandante de la Policía, general César Zapata, dijo que las "pruebas" en su contra incluían un rifle, dos pistolas, un cargador de arma de fuego y dos automóviles.
La fiscal general, Diana Salazar, reveló que Suárez había recibido recibido amenazas de muerte de la poderosa pandilla Los Lobos, cuyo jefe Fabricio Colón también escapó de prisión la semana pasada.
Suárez había investigado casos de infiltración de la mafia en el sistema judicial y escándalos de corrupción vinculados a la compra de equipos médicos durante la pandemia de Covid-19.
Los fiscales se han convertido en un objetivo particular de las bandas narco y del crimen organizado. En junio del año pasado, Leonardo Palacios fue acribillado en Durán, cerca de Guayaquil, y en 2022, dos fiscales y un juez fueron asesinados a tiros en otras partes del país.
El candidato presidencial anticorrupción y contra el narco, Fernando Villavicencio, fue acribillado después de pronunciar un discurso durante la campaña de las elecciones del año pasado, en las que se impuso Noboa.
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