Integrado por habitantes residentes en aquellas colonias, todos reservistas con una experiencia militar a sus espaldas, aquellos batallones están creciendo numéricamente tras la masacre del pasado 7 de octubre y cuentan ahora (según las estimaciones) con 7000 hombres, con un incremento de 5500 en los últimos tres meses.
"En este período -denunció el diario- se están acumulando los casos en el que los palestinos denunciaron que los colonos de estos batallones los están atacando y amenazando".
Lo que hace aún más alarmante la situación, según el periódico, es el hecho de que entre los nuevos miembros de los "Batallones de Defensa Regionales" también hay colonos que no fueron reclutados por el ejército.
A pesar de ser civiles en todos los aspectos, señala Haaretz, se les permitió armarse.
En los últimos meses, según cifras enviadas al periódico, estos batallones recibieron 7.000 armas. Posteriormente, según Haaretz, aumentaron las fricciones violentas entre colonos armados y palestinos, particularmente en la zona de Hebrón y en el Valle del Jordán.
En noviembre, las ONG israelíes Yesh Din y Betzelem ya habían informado de un fuerte incremento en Cisjordania de la violencia entre colonos y agricultores palestinos a partir del 7 de octubre.
El ejército, señaló Haaretz, afirma estar siguiendo de cerca el comportamiento de los "Batallones de Defensa Regionales" y limitando su radio de acción. En algunos casos de violencia, la policía militar también inició investigaciones.
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