En el comunicado, se advirtió además que "los hutíes sumarán la responsabilidad de las consecuencias si continúan amenazando vidas humanas, la economía global y el libre flujo de comercio en la vías críticas de navegación de la región".
"Los ataques hutíes en curso en el Mar Rojo son ilegales, inaceptables y profundamente desestabilizantes. No existe alguna justificación legal para atacar intencionalmente las naves civiles y militares. Los ataques a los buques, incluidos los comerciales, usando drones, pequeñas embarcaciones y misiles, además del uso de misiles balísticos antibuques, representan una amenaza directa a la libertad de navegación que constituye el fundamento del comercio global en uno de los ríos más importantes del mundo", se lee en el comunicado.
"Estos ataques amenazan vidas inocentes en todo el mundo y constituyen un problema internacional significativo, que requiere de una acción colectiva. Casi el 15% del comercio marítimo global circula a través del Mar Rojo, entre el 8% del comercio global de cereales, el 12% del petróleo comercializado por mar y el 8% del comercio mundial de gas natural licuado", se aclaró.
"Las compañías de navegación internacional continúan redirigiendo sus barcos alrededor del Cabo Buena Esperanza, asumiendo costos significativos y semanas de retraso en la entrega de las mercancías y, en última instancia, poniendo en peligro la circulación de alimentos, combustible y ayuda humanitaria en todo el mundo", prosigue el texto.
"Seguimos comprometidos a respetar el orden internacional basado en las reglas y estamos decididos a hacer responsables a los actores malignos de secuestros y ataques ilegales", concluye la declaración.
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