(ANSA) - TEL AVIV, 24 OTT - Israel parece decidido a posponer
por unos días la anunciada invasión terrestre de la Franja,
incluso si el ejército está listo para entrar en acción,
mientras que el ala militar de Hamás, las Brigadas al Qassam,
anunció por la tarde la liberación de otros rehenes, dos
mujeres, gracias a la mediación de Qatar y Egipto.
Muchos más podrían encontrar pronto su libertad: según
diversas fuentes, la liberación por parte de los milicianos de
al menos 50 prisioneros con doble ciudadanía es inminente, que
serán liberados en el lado egipcio de Rafah para ser devueltos a
sus respectivas embajadas.
El aplazamiento de la operación terrestre -reportada también
por la radio militar israelí- parece estar vinculado, por tanto,
a la necesidad de favorecer la salida de los rehenes extranjeros
de Gaza (a petición de Estados Unidos y la mediación de Qatar y
Egipto), así como de permitir la entrada de ayuda humanitaria
-hoy llegó un tercer convoy- destinada a la población de la
Franja.
Todo ello a pesar de que se siguen lanzando cohetes desde el
enclave palestino junto con los de Hezbolá en el norte de Israel
y, en paralelo, se produce un marcado aumento de las incursiones
de la aviación judía.
Irán tampoco da señales de aliviar la tensión: después de la
intimidación del domingo, hoy el segundo al mando del Pasdaran
Ali Fadavi amenazó con un ataque directo de Teherán contra
Israel, señalando como objetivo la ciudad de Haifa.
Mientras, Estados Unidos acusó a su vez al régimen de los
ayatolás de "facilitar" ataques contra las bases estadounidenses
en Medio Oriente por parte de varias milicias chiítas.
Como causa principal del aplazamiento de la invasión, la
radio militar citó la necesidad de esperar a que llegaran
refuerzos estadounidenses a la región.
Estados Unidos básicamente comunicó a Israel su intención de
desplegar fuerzas adicionales tras las amenazas iraníes de
actuar "en varios frentes".
La administración Biden, que ahora se opone a un alto el
fuego porque "solo beneficiaría a Hamás", envió entretanto a un
general de los marines y a otros oficiales a Israel como
asesores para las próximas operaciones, basándose también en la
experiencia adquirida en la batalla contra el grupo yihadista
Estados Islámico (EI o ISIS) en Mosul.
El ejército israelí, sin embargo, sigue preparándose: los
soldados, tanto los de servicio como los reservistas, están
realizando una "serie de ejercicios para aumentar las
capacidades de la operación terrestre en Gaza", explicó el
portavoz militar, añadiendo que se están adiestrando "equipos de
combate que combinan fuerzas de infantería, cuerpos blindados y
otras unidades" para ser empleados "en una serie de escenarios
diferentes".
Los militares están convencidos de que para alcanzar los
objetivos de la guerra contra Hamás es necesario iniciar la
ofensiva terrestre "lo antes posible".
Después de 16 días de devastadores ataques desde el aire, el
ejército informó al gobierno que estaba completamente preparado
para la ofensiva terrestre, convencido de que podría alcanzar
los objetivos fijados incluso a costa de grandes pérdidas y a
pesar de los repetidos ataques de Hezbolá en el norte.
Para negar fricciones entre el gobierno y el ejército en
comparación con los tiempos de la invasión, el primer ministro
israelí, Benjamin Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav
Gallant, y el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, intervinieron
por la tarde con una declaración conjunta en la que subrayaron
que estaban "en estrecha y plena colaboración", pidiendo a los
medios de comunicación "evitar las noticias falsas".
Pero los rumores de desacuerdos internos, incluso dentro del
gobierno, se vieron alimentados por rumores, según los cuales
"al menos tres ministros" están considerando la posibilidad de
dimitir para obligar al primer ministro a asumir sus
responsabilidades por el ataque de Hamás del 7 de octubre.
Sobre el terreno, la situación no cambió mucho: Israel
continúa atacando la Franja, tomando en la mira las bases y los
comandantes de Hamás y de la Yihad Islámica, con 436 muertos
-según los datos sanitarios locales- en las últimas 24 horas.
Las víctimas en la Franja, pero también en Cisjordania en
enfrentamientos con el ejército, superaron el umbral de 5.000,
de las cuales 2.055 eran menores de edad.
En Israel hay actualmente 222 rehenes identificados, pero
entre ellos -anunció el ministro Antonio Tajani- ya no se
encuentra Liliach Lea Havron, cuyo cuerpo fue identificado hoy.
Havron es la esposa de Eviatar Moshe Kipnis, quien fue
declarado muerto hace unos días. Ambos eran italoisraelíes del
kibutz de Beeri. Tajani también confirmó la muerte de otro
israelí-italiano que permanecía desaparecido, Nir Forti, un
joven de 29 años. (ANSA).
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