Según la compañía, cada vuelo tendrá 30 asientos y despegará en fecha, hora y destino aún por determinar.
Las únicas certezas son el año 2028 y la ruta, que será un vuelo doméstico de corta distancia. A pesar de los muchos interrogantes que superan con creces las incertidumbres de una reserva de vuelo estándar, los 90 asientos disponibles se agotaron en pocas horas. "Escribiremos una página importante en la historia de la aviación", dijo Alexandra Kaoukji, portavoz de SAS, entrevistada por Radio Suecia.
Kaoukji explicó que la intención de la compañía escandinava es "compartir el momento histórico" con pasajeros entusiastas y al mismo tiempo demostrar que los vuelos eléctricos serán una realidad en un futuro no muy lejano.
Después de los tres vuelos inaugurales, la compañía espera poder operar vuelos eléctricos regulares que inicialmente solo cubrirán rutas cortas.
Con la introducción de vuelos eléctricos, la aerolínea nacional escandinava espera reducir su impacto ambiental con su objetivo de cero emisiones netas para 2050.
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