El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cumple hoy cuatro años al frente del gobierno, con altos niveles de popularidad construidos principalmente en torno a sus políticas de seguridad, que han recibido duras críticas de defensores de derechos humanos por su brutalidad.
    En 2018, según estadísticas oficiales, El Salvador tenía una tasa de homicidios de 50,4 por cada 100.000 habitantes y en 2022 esa tasa bajó a 7,8.
    Para este año, las autoridades esperan que el promedio se acerque a 2, según estimaciones del ministro de Defensa, René Merino Monroy.
    El Gobierno atribuye esta reducción a su plan de seguridad y al estado de excepción, que rige desde finales de marzo de 2022 y ha sido prorrogado 14 veces.
   

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