Con ocho repiques de las campanas, tantos como víctimas, se abrieron en la Piazza Loggia de Brescia los festejos por el 49° aniversario de la masacre del 28 de mayo de 1974 en la que murieron 8 personas y 102 resultaron heridas.
A las 10.12 de esa mañana explotó una bomba mientras se desarrollaba una manifestación antifascista convocada por los sindicatos.
El 49 aniversario llega pocos días después de la decisión de la Abogacía del Estado de apelar ante el Tribunal Supremo contra la decisión de la jueza de Brescia, Federica Brugnara, de excluir a la Presidencia del Consejo de Ministros de las partes civiles en la audiencia preliminar contra Roberto Zorzi, considerado uno de los presuntos autores de la masacre.
"Ocho personas muertas. Más de cien heridos. La ciudad de Brescia devastada. La República herida. Tanta sangre inocente fue derramada en la mañana del 28 de mayo de 1974 en Piazza della Loggia por los estrategas del terror y sus despiadados ejecutores para desestabilizar la democracia, atacar al Estado.
Los planes subversivos del terrorismo neofascista fueron frustrados, en fidelidad a los principios constitucionales", afirmó el presidente de la República, Sergio Mattarella, en un mensaje.
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