(ANSA) - BRASILIA, 22 MAG - El presidente brasileño, Luiz
Inácio Lula da Silva, se ha mostrado dispuesto a aceptar la
exploración petrolera en la Amazonía, tema que ha desatado una
crisis entre el Ministerio de Minas y Energía y el de Medio
Ambiente, encabezado por la ex activista ecológica Marina Silva.
"Si extraemos petróleo de la cuenca del río Amazonas, en
alta mar, y le causa problemas a la Amazonía, ciertamente no lo
haríamos. Pero creo que no, porque está a 530 kilómetros de la
Amazonía", dijo Lula en la conferencia de prensa de clausura del
G7 en Hiroshima.
"No queremos convertir la Amazonía en un santuario -añadió-.
Debemos explotar la riqueza de la biodiversidad y crear empleos
'limpios', para que la Amazonía y el planeta puedan sobrevivir".
En los últimos días, el Instituto Brasileño de Medio
Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), vinculado al
Ministerio del Medio Ambiente, negó a Petrobras la autorización
para perforar en un pozo ubicado a 160 kilómetros de la costa
del estado amazónico de Amapá.
Sin embargo, el ministro de Minas y Energía, Alexandre
Silveira, pidió a Petrobras que no retire la usina instalada en
el sitio, chocando con la posición de Marina Silva, que expresó
"preocupación" por posibles riesgos ambientales.
En el G7, Lula aseguró que Brasil mantendrá su compromiso de
deforestación cero en la Amazonía para 2030 y destacó que su
país atraviesa una "profunda transición energética", por lo que
tiene "autoridad moral y política" para discutir temas
ambientales.
En cuanto regrese a Brasil, el presidente tiene previsto
sostener una reunión con los ministros Silveira y Silva, para
tratar de dirimir las diferencias. (ANSA).
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